viernes, 14 de agosto de 2015

AGOSTO 2015. INICIO. Llena de una gran belleza y talento, Analena Preciado es una muchacha ejemplar de muy buena familia y orgullo de su padre, el viudo Hermenegildo, quien debido al gran amor desbordante hacia su hija ha despertado los celos y rencor de su primogénito, Demetrio, el cual culpa a su hermana de la muerte de su madre y no hace más que gastar el dnero de su padre en juergas y vicios. De esto se da cuenta Hermenegildo tras descubrir que se ha quedado en la ruina, desahogándose con la fiel nana Matilde, quien reclama a Demetrio lo que ha hecho a su padre. Sin embargo el cínico muchacho recuerda a su padre que tienen una salvación: Aquiles Diazerrano, el hacendado que siempre ha estado enamorado de Analena, quien por su parte ha conocido al apuesto Ignacio y llena de amor se ha entregado a él, pues el muchacho le ha pedido que sea su esposa y lo presente con su familia sin que ella sospeche que Hermenegildo ha contactado a Aquiles Diazerrano para pedirle ayuda y salvarse de la ruina a cambio de entregarle a su más preciado tesoro: Su propia hija. Al enterarse de esto, Matilde sufre y recrimina a Demetrio el haber orillado a su padre a cometer semejante infamia, debido a su irresponsabilidad y vicios. El joven la ofende recordándole que ella no es más que una criada y debe callar y no decir nada a Analena, la cual se entera de la ruina de su padre y por ello le oculta su relación con Ignacio, con quien Demetrio la ha visto besándose, por lo que de inmediato se lo cuenta a Hermenegildo, el cual antes de que su hija le confiese el amor que siente por Jose Ignacio, le hace saber que la única forma de salvarse de la ruina es que ella se case con Aquiles, quien siempre ha estado obsesionado con su belleza y ha aceptado salvar a la familia Preciado a cambio de ella. Analena se niega rotundamente mas su padre le hace saber que su matrimonio ya está arreglado y ella se casará aunque no quiera pues de lo contrario los matarán. Ella trata de huír con ayuda de Matilde pero Demetrio las descubre y lo impide al sorprenderla con Ignacio, al que enfrenta revelándole que su hermana está comprometida con otro hombre. Llena de dolor, ante los reclamos del enamorado, Analena acepta que lo que su hermano dice es verdad e Ignacio cree que la muchacha solo ha jugado con él por lo que decide terminar su romance con ella, despreciándola y gritándole cuánto la odia. Analena, llena de dolor, culpa a su hermano y padre por su desgracia y es presentada ante Aquiles, quien pide su mano. Ella lo rechaza, causando un gran disgusto a Hermenegildo, quien sufre un infarto y va a dar al hospital, donde al borde de la muerte hace prometer a su hija que se casará con Aquiles para salvar a su familia. Presionada por todos, incluso por Matilde, Analena no tiene más remedio que aceptar mas ignora que el acuerdo entre su padre y futuro marido es que al paso de diez años, si la deuda está saldada y la ella quiere su libertad, la obtendrá.

El imponente Aquiles Diazerrano vive en La Emboscada, su hacienda dentro de la lejana y exótica tierra de Agua Santa, Yaguanipa, donde tiene ardientes amoríos con su criada, la bruja Tentación, a quien todos conocen como “La Güila” y en el fuego ve la llegada de una intrusa que le quitará a su hombre, mismo al que pregunta quién es esa mujer. Él la pone en su lugar y le exige que se olvide de él pues por fin habrá una señora en su casa. Es por eso que la celosa y posesiva Tentación jura que nadie le quitará a su hombre jamás, jurando hacer daño a cualquier intrusa que se atreva a quitarle a Aquiles Diazserrano, quien dentro de su hacienda tiene viviendo consigo a la hermana de su difunta esposa, la sombría y enigmática Perpetua, la cual se ha encargado de ser la señora de la casa por años y se opone a que el hombre lleve a una nueva mujer que la destrone y quizás la eche a la calle con sus hijos, el pequeño Ovidio y la casi recién nacida Luisaida, por lo que horririzada suplica al hombre que no cometa una locura pero él ya está decidido y prepara todo para dar una gran fiesta después de que se case en la capital. Y justo en el día de la boda Analena descubre que está embarazada de Ignacio, quien en soledad sufre por la pérdida de su gran amor y acude a buscarla, enterándose así que en esos momentos su amada se está casando. Por eso el muchacho toma sus cosas y abandona la ciudad mientras que Analena con llanto acepta ante Dios ser la mujer de Aquiles, para luego confesar con llanto a Matilde su embarazo. Esto lo escucha Demetrio, el cual decide callar y pide dinero a su ahora cuñado, quien se lo da con el fin de comprometer cada vez más a Analena, a la que toma consigo para llevarla a vivir a su hacienda, donde la presenta con todos los invitados a su festejo, causando esto gran dolor a la Güila y Perpetua, quienes creen que con la llegada de la que consideran una intrusa sus destinos cambiarán. Por ello la bruja hace un conjuro y es descubierta por la vieja sirvienta, Crisálida, quien destruye lo que encuentra a su paso y jura a la bruja que el corazón de Aquiles nunca será suyo, aunque haya conseguido embrujarlo para tener su pasión, así como no impedirá que el hombre sea feliz con su nueva esposa. Al marcharse Crisálida, La Güila ríe malévolamente y jura que si no podrá seguir siendo la única mujer de su hombre, matará a toda aquella que se interponga entre ellos, tal y como lo hizo hace años con la esposa de éste.

Perpetua deja claro a Analena que es ella quien se encarga de las decisiones de la casa. Las escucha Aquiles, quien hace saber a su cuñada que será su mujer la señora de la casa y es ella quien debe acatarse a sus decisiones o de lo contrario tendrá que irse con todo y sus vástagos. Analena interfiere para evitar conflictos y pide a Perpetua que intenten ser amigas y sea ella quien le enseñe como debe ocuparse de la casa. Los novios bailan un vals entre festejos y música y de pronto aparece nada más y nada menos que Ignacio, a quien Aquiles abraza y agradece por haber asistido a su festejo de bodas y lo lleva ante su nueva esposa, a la que lo presenta ¡como su hijo! La reacción de ambos enamorados es estremecedora. Ambos fingen no conocerse y al estar a solas él le reclama a ella el haberlo traicionado con su propio padre. Analena intenta explicarle como pasó todo y que espera un hijo suyo, pero Ignacio la desprecia y le gria cuanto la odia. Ambos se alejan sin darse cuenta de que Crisálida lo ha escuchado todo, estremeciéndose. La nana trata de hablar con Ignacio para que no se marche definitivamente de la hacienda pero él asegura que jamás aceptará a la concubina de su padre. Esto lo presencia Tentación, quien feliz asegura a Crisálida que en Ignacio tendrá a un aliado para destruir a la mujer mancomunada de Aquiles Diazerrano, a quien su hijo asegura que nunca aceptará a su mujer, marchándose de la hacienda a pesar de las súplicas de Perfecta, quien culpa a Analena del desprecio del muchacho hacia su padre, quien por la fuerza hace suya a la sufrida Analena, para luego tratarla con aborrecimiento, culpándola de ser un fiasco como hembra y así acudir a La Güila para apagar su calor, mientras que Analena llora y sufre irremediablemente pues lo ha perdido todo, incluso el verdadero amor, mientras que Ignacio, presa de lo mismo, hundido en una gran depresión decide tomar camino sacerdotal.

Diez años después Hermenegildo entrega a Demetrio el dinero que mensualmente depositan a Aquiles para comprar la libertad de Analena, lamentando que al paso del tiempo la deuda no haya podido ser saldada del todo. El sufrido padre ignora que su vástago o ha engañado y se ha jugado todo ese dinero, descubriendo esto Matilde, quien está harta de incubrir al muchacho y se lo revela a Hermenegildo delante de él mismo. El padre sufre una recaída que lo manda a la cama definitivamente, desde donde maldice a su hijo, al que asegura que siempre será un pobre diablo que no vale absolutamente nada pues ha arruinado a su familia y la vida de su hermana, la cual desde lejos no deja de pensar en ellos y en su gran amor, Ignacio, siendo víctima de los abusos de Aquiles y las intrigas de Perpetua y Tentación, aunque encontrando alegría en su pequeña hija, Mariángel y consuelo en Crisálida, la cual no deja de alentarla para que encuentre la felicidad lejos de Aquiles y busque a Ignacio. Analena se sorprende al descubrir que la fiel nana sabe su secreto y se desahoga con ella.

Aquiles hace una visita fugaz a los Preciado, a quienes hace saber que nunca recibió un solo centavo de la deuda que tenían con él por lo que Analena le pertenece definitivamente y todas sus propiedades también, incluyendo la casa en la que viven y en la cual los dejará permanecer solamente por caridad y a cambio de que se olviden de la muchacha. No tienen más remedio que aceptar y Matilde le reprocha esto a Demetrio, quien harto de los acosos y reclamos está a punto de golpearla pero Hermenegildo lo prohíbe y le revela a este que la sirvienta ¡es su madre! Matilde llora amargamente y trata de explicar al muchacho cuanto ha sufrido pero este se niega a escucharla y la desprecia. Hermenegildo le revela que él sí es su padre pero que fue producto de un error de juventud entre la criada y él. Demetrio jura que jamás aceptará a una criada como su progenitora y le grita a Matilde cuanto asco y desprecio siente hacia ella, atormentándola.

Dentro de un Seminario, convertido en un sacerdote, Ignacio ora sin poder apartar de su corazón a Analena, a la que odia con toas sus fuerzas y por ello pide perdón a Dios, suplicándole que jamás la vuelva a poner en su camino. Llama por teléfono a Aquiles, al que hace saber que todavía se encuentra en el extranjero y que no sabe cuando volverá. Al colgar el teléfono, el padre discute con Perpetua, la cual desea que su hijo mayor, Ignacio, sea sacerdote. Aquiles jura que jamás permitirá que en su familia haya un hombre que use enaguas, pues los Diazerrano han sido una dinastía de machos.

EPOCA ACTUAL: Poseedora de una inigualable belleza y a pesar de tenerlo todo Analena no es feliz viviendo al lado del duro Aquiles, quien la ha convertido solo en una pieza de colección y ha volcado todo su amor en Mariángel, de quien la madre oculta la verdadera paternidad, misma que sospecha Tentación, quien no pierde momento para fastidiarla y está orgullosa de que sus brujerías hayan surtido efecto y la mujer nunca más se haya podido volver a embarazar, razón por la cuál ella ha podido seguir manteniendo amoríos con Aquiles, al cual no deja de envenenar en contra de su mujer, a la que reprende y ofende en cualquier oportunidad posible, a pesar de las súplicas de Crisálida, quien siempre está del lado y es confidente y amiga de la mujer, misma que sigue siendo la más bella y elegante de toda Yaguanipa, llenándo esto de orgullo al marido, quien vive resentido con su hijo mayor, Ignacio, por haberse negado a volver, hasta la época presente.

El padre Urpasiano ha descubierto crímenes que responsabilizan a Aquiles Díazerrano y por ello comienza un complot en su contra con la gente de Agua Santa. El hombre lo descubre y en complicidad con su hombre de confianza, Edén, acude a amenazar al sacerdote, quien se muestra decidido a enfrentar al hacendado, por lo que los malhechores le tienden una trampa y lo asesinan a sangre fría, apuñalándolo en las puertas de la iglesia sin darse cuenta de que alguien los ha visto. Esto causa conmoción en el pueblo y hay gente que se revela contra Aquiles, quien deja claro que él ha dado tierras donde vivan muchos de ellos y si se ponen en su contra los dejará sin techo, sin trabajo y sin nada.

La cada día más endurecida Perpetua solo vive para rezar e intrigar contra Analena y la hija de esta, a la que Luisaida odia en secreto debido a toda la ponzoña con la que su madre le ha envenenado el alma. No así Ovidio, el cual es administrador de la hacienda y mano derecha de Aquiles, al que admira y tiene gran respeto que sufre por poderle perder pues está profundamente enamorado de su tía Analena, a la que procura y consiente a pesar de las imposiciones de Perpetua, con la que pelea constantemente por esto pues para el ahora hombre Analena es una mujer frágil e intachable aunque su madre y hermana opinen lo contrario y se empeñan en casarlo con Maleny, la seductora hija del doctor Nemesio y Latoña Morales, quienes desean ver casados a sus hijos con gente de bien, principalmente ella, pues está empeñada en emparentar con los Diazerrano y para ello casar a su hija con Edén, el consentido y posible heredero de Aquiles, mientras que a, Berto, su apuesto hijo, con Mariángel, con la cuál el apuesto doctor está obsesionado y por eso desprecia a Luisaida. Es este muchacho la razón de la rivalidad de las primas pues aunque Luisaida desea agradarle por sobre todas las cosas, éste no le hace caso y a ello ayuda Latoña, quien no sabe cómo hacerle saber a Luisaida que su hijo se casará con aguien mejor que ella.

A la hacienda Diazserrano se ha presentado Juramento, un joven muchacho deseoso de trabajar y a quien el malvado Edén maltrata desde el primer momento. Esto lo descubre Analena, quien defiende al muchacho y ordena que se le de trabajo a pesar de que el capataz se opone, desafiándola pues le recuerda que ella no es nadie y el único que da ordenes es Aquiles. Sin embargo Analena se muestra fuerte y lleva al muchacho a la cocina, ordenando a Crisálida que le de comida. La mujer lo hace y esto causa las intrigas de Ignacia, quien con tal de hacer daño a su patrona le revela que ese muchacho al que ha ayudado es el hijo de la mujerzuela con la que su marido se revolcaba hace muchos años. Esto no le importa a Analena, quien desea hacer el bien y se enfrenta a Aquiles hasta que este decide emplear a Juramento y más tarde acude a Fuensanta, la madre de este, a quien reclama el no haberse deshecho del bastardo que tuvieron y con el cual no pudo chantajearlo hace tantos años. Fuensanta, quien es sexo servidora, solo se burla del hombre y lo suyos por lo que éste la golpea, culpándola de la muerte de su primera mujer. Se marcha y entonces la mujer jura que éste se llevará una gran sorpresa al saber quién es en verdad responsable de esa muerte. Aquiles se encuentra entonces con Maleny, su amante, con la que se burla de Ovidio, el cual está a punto de sorprenderlos bañándose juntos, sin lograrlo, pues la muchacha es habilidosa y logra engañarlo mientras Aquiles escapa por una ventana.

Edén ha mantenido amoríos con Yacaranday, una prostituta de la que está enamorado y que por miedo le sirve en todo, haciéndole creer que le corresponde aunque ella en realidad está enamorada de Juramento, su gran amigo. Yacaranday trabaja con Ignacia, de la que Edén le pide información y hace preguntas sobre la paternidad de Juramento. Yacaranday asegura no saber nada y éste le exige que investigue pues de esa manera pueden hacer mucho dinero. Ignacia se da cuenta de esto y pide a Edén, quien jura a la mujer que su día está muy cerca pues ya se ha convertido en un estorbo para él y su patrón. Ignacia asegura no tenerles miedo y después Yacaranday, llena de miedo, le asegura que Aquiles y Edén no emanazan en vano pues ellos amtaron al padre Urpasiano. Las mujeres saben que no pueden denunciarlos pues Aquiles es la máxima autoridad del pueblo.

Analena se enfrenta a Perpetua y pregunta porqué en vez de atormentarla no ha conseguido un lugar en el cual vivir, pues desde hace 10 años que llegó a la hacienda prometió hacerlo y es la hora en que no se marcha. La viuda asegura tener más derechos que Analena por ser la viuda del hermano de Aquiles. Aparece Crisálida, quien le recuerda que su marido está muerto y ella no es de la familia. Analena se marcha y pronto habla con Tentación, quien le cuenta sospechar que Mariángel no es hija de Aquiles. Enfurecida, Analena toma del cuello a la bruja y le jura que si se atreve a soltar ponzoña y veneno contra su hija y así poner a Aquiles contra la muchacha, ella misma la matará pue sno se tentará el corazón para hacer pagar a quien cause daño a Mariángel. La Güila jura que Analena pagará muy caro por sus amenazas. Por esto comienza a aconsejar a Juramento que enamore a la muchacha, convenciéndolo de que él podría tener a una señorita como ella. Juramento entonces comienza a acercarse a Mariángel y asegura a su madre que llevará a cabo su venganza.

Matilde y Hermenegildo hablan del pasado y él le pide perdón a la mujer por no haber hecho de Demetrio un hombre de bien. La mujer con llanto le pide que la ayude a que su hijo la quiera pero Demetrio insiste en despreciarla, convertido en un perdedor alcoholico que se la pasa de cantina en cantina con malas compañías.

Al pueblo han llegado el ingeniero Carlos Raúl Méndez y su mano derecha, Bosco, quienes coocen a Ovidio y lo enteran de todas las anomalías a las que Aquiles a incurrido sobornando a la ley para apoderarse de casi todas las tierras del lugar, mismas donde se ha decidido hacer nuevos caminos. A pesar de la negativa de Ovidio, Carlos Raúl se presenta ante el Aquiles y tienen una fuerte discusión por lo que el hacendado lo amenaza de muerte pero el ingeniero asegura no temerle. Al salir, furioso, se asombra al conocer a Analena, de la cual queda enganchado y desde ese momento no puede quitársela de la cabeza, asegurando a Bosco que es la mujer más hermosa que haya visto en la vida. Comienza a toparsela accidentalmente y no pierde oportunidad para acercarse a ella, ofreciéndole su amistad.

Maleny no tolera su romance con Ovidio pues lo encuentra aburrido sin embargo es presionada por Latoña, quien ha jurado a Perpetua que sus hijos se casarán. Nnguna cuenta con que pronto Ovidio descubre que la muchacha tiene un amante y estpa decidido a tenderle una trampa para descubrirla pero fracasa pues la muchacha y Aquiles son habilidosos. Éste da por terminada su relación y Latoña abofetea a su hija al enterarse por lo que la obliga a ir en busca del muchacho y arrodillarse ante él suplicando perdón. Ovidio sabe que entre ellos no hay amor sin embargo regresa con ella dispuesto a descubrir quien es el amante de esta mientras que repetidas veces espía a su tía, Analena, mientras se baña, tocándose a sí mismo sin poder evitar sentir una fuerte pasión por ella.

Aquiles prohíbe a su hija hacer amistad con Juramento pero ella y el peón se han vuelto amigos al grado de creer haberse enamorado. El chico se lo hace saber a Fuensanta, quien furiosa le recuerda que él ha ido a la hacienda a buscar venganza, no a ser el plato de segunda mesa de la que le ha arrebatado por años lo que le pertenece. Es así que el Juramento comienza a seducir a Mariángel, llenando de celos a Berto, el cual insiste en que ella sea su novia, siendo rehazado y asediado por Luisaida, quien alienta a Juramento para que enamore a su prima, volviéndose este presa de Edén y la Güila, quienes saben el origen del muchacho pero se niegan a revelarlo por conveniencia. Lo molestan y es defendido por Mariángel, quien deja claro a los empleados quienes son ellos a pesar de abusar de la confianza de su padre. La Güila se enfrenta a la muchacha, quien es defendida por Analena, la cual decide echar a la bruja de su hacienda pero ésta es defendida por Aquiles por lo que el matrimonio tiene un enfrentamiento en el que el hombre ofende demasiado a Analena, a la que cúlpa de no haberle dado más hijos. Ella se siente halagada por ese hecho y confiesa estar arrepentida de haberse unido a él para salvar a su padre, al que no ha podido ver durante muchos años. En eso suena el teléfono y es así que Analena se entera de que su padre está al borde de la muerte. Desea ir a verlo pero Aquiles se lo prohíbe. La mujer está más que decidida y el hombre le jura que si se marcha no podrá regresar ni volverá a ver a su hija. Mariángel, quien ama a su padre por sobre todas las cosas, suplica a su mamá que no se marche pero Analena está más que decidida y pide ayuda a Ovidio, mismo al que tanto Aquiles como Perpetua prohíben que ayude a la mancomunada mujer pero el muchacho esta vez decide enfrentarse a su madre y tío y se marcha a la gran ciudad junto a su tía, dispuesto a aprovechar la ocasión para enamorarla. Esto llena de esperanzas a Tentación, quien canta una victoria que dura poco pues Aquiles le hace saber que ella ya no le sirve en la cama y si la mantiene a su lado es solo por lástima. De esto se ríe Crisálida, la cual hace saber a la bruja que su fin ha llegado y ya no es nada para el patrón. La Güila jura que reavivará la pasión de Aquiles Diazerrano, quien en soledad sufre por la partida de su mujer y lleno de celos toma a su hija y decide ir a la ciudad para acompañar a Analena, a la que el preocupado padre pide perdón por haberla vendido y tras ello muere no sin antes suplicarle que vele por Demetrio y Matilde, quienes tamnién sufren por la partida del viejo Hermenegildo, el cual no ha heredado absolutamente nada pues todo cuanto tuvo le pertenece a Aquiles Diazerrano, quien se opone a que la familia de su mujer viva en su hacienda mas Analena insiste demasiado, decidida, y lo logra, por lo que al volver a Yaguanipa los instala en La Emboscada, donde Demetrio comienza a alcoholizarse, mientras que Aquiles, no conforme, jura que se deshará del desobligado cuñado que tiene. Trata de hacerle el amor a su esposa pues desea ser recompensado por ser complaciente. Ella lo rechaza y el hombre la maltrata pues sabe que ella siempre ha amado a otro hombre. Le jura que un día sabrá quién es el desgraciado y lo matará.

SEPTIEMBRE 2015. Ovidio sufre por el amor que siente hacia su tía y el temor que le tiene a Aquiles mas cree que lo mejor que puede hacer es enfrentarlo y declarar a la mujer el amor que siente por ella.

Berto intenta besar a Mariángel por la fuerza y ésta es defendida por Juramento, quien se atreve a golpear al muchacho, el cual descubre que entre los dos hay algo. Se lo hace saber a Aquiles, quien azota a Juramento y le exige que nunca se acerque a su hija. Esto llega a oidos de Mariángel, quien desde ese momento desprecia a su padre, lo mismo que Analena, la cual decide mudarse de habitación pero el hombre la toma de los cabellos y a rastras la regresa a la suya, donde la golpea y le jura que si insiste en revelarse se deshará de ella y la apartará de Mariángel, quien al saber por Crisálida lo que el hombre le ha hecho a su madre, lo enfrenta, siendo reprendida ella también. La muchacha entonces bisca consuelo en Juramento, quien se atreve a besarla apasionadamente. Ambos deciden entregarse su amor.

A Agua Santa ha llegado un nuevo sacerdote, que no es otro mas que ¡Ignacio! El cual pide a Dios fuerzas para enfrentar aquello a lo que lo ha mandado como prueba. Se sorprende cuando al confesionario llega Analena, quien confiesa estar enamorada de un hombre al que no ve hace mucho tiempo, hijo de su marido, revelando el porqué de su casamiento con Aquiles. Esta confesión estremece al sacerdote, quien ve a la mujer salir de la iglesia y entonces descubre que estaba equivocado y todo fue una trampa de su padre y Hermenegildo, quienes mancomunaron a una inocente por intereses propios. Se las ingenia para ver a Crisálida, a la que suplica que le diga si es verdad lo que él ahora sabe. Ella le dice que si, revelándole que Analena en realidad se casó en contra de su voluntad y estando embarazada de él. Ignacio se estremece al descubrir que la jovencita a la que siempre ha creído su media hermana ¡es en realidad su hija! Se atormenta al recordar que no quiso escuchar a Analena cuando ella trató de explicarle y está decidido a recuperarlo todo pero Encarnación le suplica que no lo haga pues de lo contrario desatará una tragedia en la que correrá sangre, a demás que él ahora es un sacerdote y es un hombre prohibido para cualquier mujer.

Carlos Raúl da el pésame a Analena y Demetrio, quien alcoholizado provoca al ingeniero y acusa a su hermana de ser una cualquiera y engañar a su marido. Carlos Raúl defiende a la mujer, la cual a solas habla con su hermano y le suplica que no le cause problemas o de lo contrario no lo ayudará y tendrá que arreglárselas por su cuenta ya que Aquiles no desea ayudarlas de ninguna manera. Demetrio sin embargo propone a su cuñado ser sus ojos y vigilar a la mujer, asegurando que muchos hombres la desean. El violento Aquiles exige a su cuñado que le diga quienes son esos hombres y el borracho menciona el nombre de Ovidio, al que Aquiles busca para golpearlo y exigirle si es verdad lo que le han dicho. El muchacho lo niega todo e intercede Perpetua, quien asegura a Aquiles que su hijo es inocente de lo que le acusan. La madre cura las heridas de su hijo, quien a solas le confiesa que es verdad que él ama a Analena en silencio. Perpetua sufre y desahoga su pena con Ignacio, al que asegura que la mujer es una vulgar oportunista. Ignacio asegura a su tia que se equivoca pues él conoce muy bien la vida de Analena.

Maleny conoce a Carlos Raúl y de inmediato queda enganchada a él por lo que se decide enamorarlo y para ello utiliza a Bosco, quien cree que la muchacha es una ladina y pronto se entera de que es la prometida de Ovidio, a quien Fuensanta asegura que Aquiles es malvado y tiene muchos muertos en su consciencia. El muchacho cuenta esto a su tío en presencia de su familia y La Güila, quien acude a Fuensanta para reclamarle las difamaciones contra su hombre. Fuensanta solo se burla de ella por amar a un cretino que solamente la ha utilizado para cometer fechorías, como el asesinar a su primera esposa. Crisálida asegura que ella no sabe nada de esa muerte mas Fuensanta está convencida de que la bruja la mató, cegada por la pasión y bajo influencia del mismo Aquiles.

Berto descubre que Maleny y Aquiles son amantes y enfrenta al hombre, al que amenaza con desenmascararlo. Tienen un altercado y el muchacho asegura a su hermana que la delatará ante Ovidio. Esto no es posible pues Aquiles lo hiere fuertemente en la cabeza. Pierde el conocimiento y es llevado a la clínica, donde Nemesio hace hasta lo imposible por salvarle la vida. Sin embargo el muchacho pierde el movimiento y el habla por lo que no puede desenmascarar a los amantes. De esto se siente culpable Maleny, quien desea decir la verdad pero teme a ser rechazada por sus padres. Decide terminar su relación con Aquiles pero éste la viola y le jura que jamás permitirá que sea de otro hombre.

Los Diazerrano acuden a misa dominical, misma a la que Analena acude con su familia para orar por el descanso de Hermenegildo. Cual es su sorpresa cuando en el altar aparece Ignacio oficiando y estremeciéndolos a todos, principalmente a Analena. Cuando ambos se vuelven a ver, en sus corazones se vuelve a encender la yama del amor. Más tarde Ignacio se presenta ante su padre para advertirle pero éste solo le recrimina el haberse vuelto un sacerdote que no sirve para nada, acusándolo de ser homosexual. Discuten y se presenta Analena, estremeciéndose al ver al sacerdote, quien a solas le dice saber cómo fue que se casó pues era él el sacerdote que escuchó su confesión. La mujer llora amargamente y lo culpa de su desgracia pues en vez de luchar por ella la recriminó y la acusó. Él le suplica perdón y le confiesa que nuncala ha dejado de amar, tomándola de las manos. Esto lo ve Tentación, quien asegura a Perpetua estar segura de que esos dos se conocieron mucho antes de que la mujer se casara con Aquiles. Ambas intrigosas atacan a Analena y la acusan de tener algo que ver con Ignacio. Llegan a tal punto a ofenderla que a la mujer no le queda más remedio que abofetear a Perpetua, a la que asegura que si insiste en hacerle la guerra, será ella quien se encargue de que Aquiles la eche para siempre pues tiene las armas para lograrlo. Esto hace que la viuda, llena de odio, acuda a Tentación, a quien le ofrece aceptarla como la esposa de Aquiles si se encarga de eliminar a Analena. Por ello la bruja tiende una trampa a su patrona, citándola en las afueras del pueblo, dispuesta a matarla haciéndola caer en un nido de serpientes venenosas, pero aparece Carlos Raúl y la salva. Se atreve a besarla y le confiesa estar perdidamente enamorado de ella. Esto confunde a Analena, quien ve en él la imagen de Ignacio y le corresponde.

Mariángel y Juramento hacen el amor y son casi descubiertos por la Güila, quien asegura al muchacho que se meterá en graves problemas si no se aleja de la hija del patrón. Él dice estar enamorado mas Tentación le revela saber eprfectamente que solo desea llevar a cabo una venganza planeada por su madre, la cual es una ramera despechada que seguramente le ha dicho mentiras sobre su verdadera paternidad para obligarlo a interceder por ella. Esto hace que Juramento cuestione a su madre, quien lo abofetea y luego busca a la bruja para enfrentarla. Tentación le revela estar segura de que el padre de Juramento no es Aquiles, sino otro hombre al que las dos conocen muy bien. Fuensanta jura que el padre de su hijo es Aquiles y que se vengará de él.

Demetrio discute con Analena pues la acusa de serle infiel a Aquiles. Matilde intercede y solo es insultada por su hijo, al que Analena abofetea para luego hacerle saber que si por su alcoholismo la mete en problemas entonces lo dejará a su suerte. Demetrio jura que eso no sucederá y decide tomar ventaja relacionándose con Edén para así enterarse de todo lo que tiene que ver con la familia Diazerrano. Luego busca a Ignacio, al que revela saber que él es el hombre que enamoró a su hermana hace años y estar seguro de que es el amante de esta por lo que intenta extorsionarlo. Ignacio no tiene más remedio que darle dinero para que calle y luego se encuentra con Analena para decirle lo que está sucediendo. La mujer sufre pues se encuentra en una gran encrucijada. Pide consejo a Matilde, quien considera que su hijo es perverso y teme a que por su alcoholismo y resentimiento desate una desgracia.

Carlos Raúl recibe la noticia de que su única parienta, la abuela Gaetana, se encuentra muy enferma y él debe decidir entre ella y su trabajo. Baco le aconseja que lleve a la mujer a vivir con ellos y el Ingeniero lo hace. Pronto la presenta con Analena, a quien la anciana ofrece su amistad pues ambas simpatizan. Gaetana pronto descubre que su nieto está enamorada de la mujer y le aconseja que luche por ella pues es más que obvio que ella no es feliz. El apuesto ingeniero sigue teniendo encuentros con la mujer y un día la invita a dar un paseo por las tierras de alrededor. Son vistos por Edén, quien le asegura a Aquiles que el ingeniero quiere robarle a su mujer. El hombre reclama a Analena y se atreve a abofetearla y hacerla suya por la fuerza. Analena se desahoga con Matilde y Crisálida, a las que asegura que lo ha soportado todo por su hija pero en cuanto esta haga su vida ella se irá lejos de Aquiles.

Perpetua visita la iglesia y pide a Ignacio que regrese a casa mas este no desea ser presa de los insultos de su padre. Tras rezar un rato la mujer se lleva una terrible sorpresa al ver frente a ella a Imperio Vergara, quien se alegra de verla y le pregunta por el hijo que tuvieron hace muchos años. La mujer intenta huir pero él la persigue y le recuerda que en el pasado fueron amantes y ella se casó esperando un hijo de él, y todo por ser una mujer de buena posición social. Le asegura que él ahora tiene mucho dinero y está dispuesto a compartirlo con su único hijo: Ovidio. Llena de furia, Perpetua le prohíbe que se acerque al muchacho pero él no le hace caso y pronto busca al administrador, al que le propone hacer negocios con la ayuda de Carlos Raúl y Bosco. Ovidio decide consultarlo con Aquiles, el cual habla con Imperio y decide tenderle una trampa para sacar provecho, aceptando su acercamiento a pesar de las súplicas de Perpetua, a la que Tentación descubre nerviosa por lo que le pregunta porqué ese hombre la pone tan mal. La viuda le exige que no se meta en lo que no le importa pero la bruja decide investigar y pronto los escucha hablando, enterándose así de la verdad.

Latoña sufre por el estado de Berto y se aprovecha de ello para visitar a Analena y Perpetua, a las que asegura estar muy interesada en que sus hijos se casen. Perpetua no deja de despotricar contra Mariángel y asegura que a esta le interesan los criados como Juramento. Llega al límite y Analena la pone en su lugar, recordándole que no es más que una arrimada. Latoña se asombra al corroborar que en efecto las mujeres se detestan y escucha el llanto de Perpetua, quien le asegura estar desesperada y urgida por que sus hijos se casen por lo que ambas madres ponen fecha a la boda. Latoña sin embargo está más interesada en el matrimonio entre Berto y Mariángel por lo que intenta presionar a Analena y Aquiles, el cual le deja claro a la insistente mujer que su hija vale demasiado como para casarse con un muerto de hambre como Berto, quien encima es un vegetal. Insulttada, Latoña se marcha de La Emboscada y se desahoga con Nemesio, el cual le hace ver que Aquiles tiene razón y que ella debe desistir de tratar de pertenecer a una familia que siempre los ha visto por debajo de ellos.

Crisálida ha reconocido a Imperio y le pide que le diga qué es lo que hace en Yaguanipa. Él le asegura haber luchado para ser un hombre poderoso y poder reclamar la paternidad del hijo que le fue negado hace muchos años, sorprendiéndola al revelarle que ese hijo es Ovidio y que desea reconocerlo y heredarlo pues él se encuentra gravemente enfermo. La sirvienta no puede creer que la religiosa y conservadora Perpetua haya escondido tan bien su secreto durante tantos años. Promete ayudar a Imperio y por ello arma encuentros entre él y Ovidio, descuriendo esto la Güila, quien se lo hace saber a Perpetua la cual decide echar a Crisálida de la hacienda sin que nadie se entere. Tentación se burla de la sirvienta, quien le asegura que un día le llegará la hora. Más tarde la familia pregunta por ella. Perpetua miente y dice que la vieja criada enfermó y decidió regresar con su familia. Matilde, quien presenció a escondidas lo que en verdad sucedió, revela delante de todos la verdad por lo que Aquiles enfurece y exige a Tentación que vaya en busca de su vieja nana y la regrese, mientras que en privado asegura a Perpetua estar harta de ella y le pide que se marche de la hacienda. La mujer de rodillas le suplica que no lo haga pero el hombre está más que decidido por lo que ella no tiene más remedio que hacer sus maletas. Sin embargo Analena y Ovidio interceden por ella por lo que se decide que podrá quedarse pero solo como una arrimada y sin derecho a tomar decisiones. Esto hace que Perpetua sienta todavía más odio hacia la mujer de su cuñado, lo mismo que Luisaida, la cual tiene un altercado con Mariángel, a la que descubre con Juramento, por lo que para hacerla sufrir se lo cuenta a Aquiles, el cual azota nuevamente al muchacho y lo echa de su hacienda para entonces reprender a su hija encerrpandola bajo llave en su habitación. Por ello Ovidio reprende a su hermana, a la que asegura haberse cegado por las calumnias de su madre. Luisaida revela a su hermano odiar a Mariángel mucho más de lo que odia a Analena y desearle lo peor. Ante lo que sucede, Analena pide ayuda a Ignacio, quien de inmediato enfrenta a su padre, el cual le ordena que se marche del pueblo pues no desea ser la burla de todos mas el sacerdote se niega y está a punto de confesarle a su padre el seguir amando a Analena pero la repentina presencia de Imperio lo impide. Ante la confusión de su futuro socio, Aquiles accede a que se haga la voluntad del sacerdote, a quien Analena y Mariángel suplican que se quede a vivir en la hacienda pues su presencia las ayudaría mucho. Él se niega y habla en privado con Analena, a la que se atreve a besar jurando seguir amándola. Ella lo rechaza y le suplica que no cometan una locura pues si Aquiles los descubre los matará. Sin embargo ese gran amor hace que Ignacio regrese a vivir a la hacienda, misma en la que Analena evita permanecer para evitar encuentros con él, visitando a Doña Gaetana, la cual se hace su amiga y la aconseja para enfrentar a su temible marido, a la par que la sufrida esposa comienza una relación extra marital con el ingeniero Carlos Raúl, misma que descubre Ovidio cuando el ingeniero manda una nota a la mujer. El muchahco la destruye y pide a Edén que comience a seguir a su tía a todos lados, descubriendo el capataz que la mujer engaña a su marido. Se lo hace saber al muchacho, quien le prohíbe que diga una sola palabra pero Edén desea sacar provecho de la situación pues sabe que esa información vale demasiado.

En secreto de confesión, Perpetua revela a Ignacio estar preocupada por su prestigio y el de la familia Diazerrano pues Imperio es el verdadero padre de Ovidio y desea decirle la verdad al muchacho. Suplica al sacerdote que la ayude y este acude a Imperio para pedirle que evite un gran sufrimiento a su sobrino. Imperio entonces le cuenta al presbítero la verdad sobre su paternidad y como Perpetua lo despreció para casarse con un Diazerrano por ambición.

En el cumpleaños de Maleny, Luisaida aprovecha para ridiculizar a Mariángel y delante de todos revela que su prima tiene amoríos con un criado, el cual es el hijo bastardo de la ramera del pueblo. Mariángel sale corriendo de la fiesta, llena de dolor por las burlas, y se desmaya en el jardín por lo que es checada por Nemesio, quien descubre que la chica está embarazada. Mariángel le suplica que la ayude y no diga nada a nadie pues buscará una solución a su problema tras hablar con Juramento, quien al enterarse, por ordenes de Fuensanta la rechaza, causándole un gran dolor, mientras que la ramera da dinero a su hijo para que se marche lejos y va a burlarse de Aquiles Diazerrano, al que asegura que todo el daño que él le hizo a ella ahora se lo ha devuelto en su hija. El hombre, preocupado, exige a su hija que le diga qué le han hecho y ella asegura que nada pero el hombre no es tonto y lo deduce todo por lo que la abofetea y le hace saber que el bastardo que espera no nacerá. La noticia llena de dolor a Analena, quien apoya a su hija y le asegura que hablará con Fuensanta para que Juramento le corresponda. En efecto lo hace y la prostituta le hace saber que Juramento no desea casarse con su hija, sorprendiéndose cuando Analena le revela estar segura de que el muchacho es bueno y justo. Luego se encuentra con Carlos Raúl, con quien se desahoga. Él vuelve a besarla y ella le corresponde. Son descubiertos por Perpetua, quien está dispuesta a decirle la verdad a Aquiles pero para cuando esta llega a casa, no lo hace pues le entregan una carta que le han enviado, misma en la que le hacen saber que si descubre el amorío entre Analena y Carlos Raúl, todos en Yaguanipa sabrán que ella tuvo un hijo ilegítimo con Imperio y que ese hijo es Ovidio. La viuda se horroriza pues alguien más sabe su secreto.

Yacaranday revela a Edén haberse enterado de que Juramento es hijo bastardo de Aquiles. El capataz se siente dichozo pues tiene demasiada información para hacerse de una fortuna por lo que promete a su mujer que pronto ya no tendrán que trabajar. Esto se lo hace saber a Fuensanta, quien pelea con la muchacha y decide echarla de su burdel. Yacaranday pide ayuda a Juramento y son escuchados por Tentación, quien al escuchar que para obtener dinero la muchacha piensa extorsionar a Aquiles, decide citarla en un río cercano a la hacienda, donde impide que cometa sus propósitos, ahogándola.

Alguien intenta asesinar a Imperio pero Carlos Raúl lo impide. Le pregunta al hombre quién podría querer hacerle daño e Imperio asegura saber quién lo atacó y no tener miedo. Busca a Ovidio y comienza a hacerle preguntas e insinuaciones hasta estar a punto de confesarle que es su padre pero Perpetua lo impide y luego exige al hombre que le diga con quién ha hablado pues ahora la están chantajeando. Imperio revela que solo ha hablado con Ignacio, al que la mujer busca para abofetearlo y culparlo de chantajearla para defender a la mujer de su padre con la que seguro también tiene relaciones. Ignacio se sorprende cuando Perpetua le dice que Analena tiene amoríos con el ingeniero Méndez.

Gaetana pide a Carlos Raúl que tenga cuidado y no vaya lejos con Analena mas el hombre ya está perdidamente enamorado. Cual es su sorpresa cuando Bosco aparece ante él para darle una inesperada noticia: Roxana Araujo, su ex prometida, se encuentra en Yaguanipa. Todos palidecen cuando la mujer se presenta ante el hombre asegurando que lo ha seguido porque no puede dejar de amarlo. El hombre le exige que se marche pero ella está dispuesta a recuperarlo. Esto pone al ingeniero en una encrucijada pues sabe que la presencia de la muchacha afectará su relación con Analena.

OCTUBRE 2015. Alguien comienza a mandar anónimos a Aquiles, quien pide a Edén que vigile a su mujer por lo que este descubre a Analena discutiendo con Ignacio, el cual la besa para luego afirmar que Mariángel es su hija por lo que el capataz habla con la mujer y el sacerdote, a quienes pide dinero a cambio de guardarles el secreto. Ignacio no tiene más opción que arreglarse con el hombre, al que da dinero suficiente para que calle y luego intenta hacer lo mismo con Aquiles, a quien revela saber que Juramento es su bastardo y que él siempre le ha sido fiel por lo que merece una recompensa. Aquiles lo manda al carajo y le asegura que si intenta chantajearlo lo matará sin piedad alguna.

Ovidio espía a Analena y es visto por Tentación, quien le revela saber que él ama a la mujer y lo alienta para que la enamore y se la lleve lejos, proponiéndole ayuda. Ovidio sabe que la Güila es mala y se lo dice, rechazándo toda ayuda. Ella lo amenaza con decirle a su tío que espía a su mujer desde hace tiempo. Ovidio reacciona con violencia y le jura a la bruja que si dice una sola palabra la matará. La Güila le pregunta si la matará así como mató a su padre siendo apenas un niño. Entonces Ovidio recuerda el accidente automovilístico en el que su padre perdió la vida y que él provocó por un berrinche. Se atormenta y habla de esto con Ignacio, quien lo absuelve de todo pecado y le asegura que él no tuvo la culpa de nada.

El cuerpo de Yacaranday es encontrado y todo indica que se trata de un accidente pero Juramento sabe qué planes tenía la muchacha y está seguro de que fue Aquiles quien lo hizo y culpa a Edén de haber ejecutado los planes de su padtrón, sin embargo Edén se sorprende al saber lo que sucedió y encara a Aquiles, quien niega haber asesinado a la muchacha.

Demetrio y Roxana se conocen y él la seduce para luego llevársela a la cama. Se sorprende al saber que la mujer es la “prometida” de Carlos Raúl. Con esta noticia Demetrio rompe el corazón de Analena cuando en la hacienda comunica a todos que ha conocido a la mujer. Sin embargo esta noticia sienta bien a Aquiles, quien asegura a Edén haber encontrado un motivo para deshacerse del ingeniero.

Imperio se sabe acechado por lo que entrega a Carlos Raúl documentos que deberá dar a Ovidio en caso de que a él le suceda algo. Después se encierra en su hotel, desde donde llama a su hijo, al que cita para revelarle la verdad de una vez por todas, pero antes de que Ovidio llegue al lugar alguien aparece en la habitación del hombre y le dispara a sangre fría para luego huír. Este asesinato sorprende al pueblo de Agua Santa por lo que al lugar llega el detective Valerio Trujano, quien está seguro de que también la muerte de Yacaranday fue un vil asesinato que no deberá quedar impune.

Ignacio exige a Carlos Raúl que se aleje de Analena. Ambos hombres terminan enfrentándose y la mujer los sorprende. Acude a la iglesia con Ignacio, quien la besa por la fuerza e intenta obligarla a que sea su amante con tal de no decirle a Aquiles sus secretos. La mujer se asombra ante la maldad del sacerdote y lo alienta a que hable con la verdad, segura de que él será el que resulte muerto cuando su propio padre lo fulmine al enterarse de que es el verdadero padre de Mariángel.

Juramento decide llevar a cabo la venganza contra Aquiles por lo que rechaza a Mariángel cuando esta le revela estar esperando un hijo suyo. Llena de dolor, la muchacha revela a Crisálida lo que ocurre. La sirvienta se alarma y sufre a sabiendas de que ese niño no debe nacer y acude a Ignacio, al que se lo revela así como le confiesa que Juramento es hijo de Aquiles y por lo tal es su hermano.

Edén asegura a Ovidio que ha descubierto que Analena tiene amoríos con Carlos Raúl y que los tuvo con el padre Ignacio por lo que lleno de rabia el muchacho asegura que si su tia es la mujer de todos también será la de él y comienza a tratarla como mujer, despertando sospechas en ella. Pronto Analena descubre las intenciones de su sobrino y le aclara que ella es su tía y le prohíbe que la trate como lo hace. Edén le revela saber sus secretos y la besa, intentando hacerla suya por la fuerza. Son escuchados por Ignacio, quien evita una desgracia y en la que el muchacho asegura saber que ellos dos han sido amantes. Analena lo niega mas el muchacho amenaza con decirle todo a Aquiles, al que busca y descubre en la cama con Maleny, decepcionándose y enfrentándolos, despreciando así a su tío, al que jura desenmascarar delante de todos. Decide emborracharse en la cantina de Fuensanta, donde revela a ésta lo que ha descubierto entre su novia y su tío. Allí por medio de la mujer se entera de todo lo que carga Aquiles en su consciencia. Sale borracho del lugar y sufre un accidente en el que pierde la vida pues alguien ha cortado los frenos de su auto. Esto llena de pena a la familia Diazerrano, prncipalmente a Perpetua, quien no encuentra consuelo en nadie más que en Ignacio, quien la acompaña a rezar por el alma de su hijo.

Analena sufre por tantas muertes recientes y aún más cuando Matilde le dice que Mariángel está embarazada de Juramento y que ha descubierto que este es hijo de Aquiles. La angustiada madre acude a Fuensanta, quien le revela que es verdad y que es por medio de su hija que Aquiles pagará por el daño que les ha hecho a ella y su hijo. Analena con llanto le revela que se ha equivocado pues Mariángel no es hija del hombre, si no del padre Ignacio. Fuensanta se asombra y lamenta haber errado y pide perdón a la mujer, quien asegura que su hija está perdidamente enamorada de Juramento, mismo con el que Fuensanta habla para que repare el daño que ha cometido revelándole que la chica no es su hermana. Cuando Aquiles se entera de lo que sucede trata brutalmente a su hija, a la que azota hasta que Analena intercede y lo enfrenta. La situación se complica tanto que la mujer le revela que la muchacha no es su hija, pues cuando se casó con él ya estaba embarazada del hombre al que en realidad amaba. Como lo dice delante de toda la familia, Perpetua exige a Aquiles que eche a la calle tanto a la mujer como a su hija bastarda y toda su familia, pues solo se han aprovechado de él. 
Aquiles abofetea a su mujer y le revela saber que tiene un amante y con lo que le ha onfesado ha comprobado que es una golfa, por lo que ahora la tendrá vigilada y a su hija la mandará muy lejos pues no dejará que lo llenen de vergüenza. A ambas las encierra y pone bajo el cuidado de Tentación, quien se aprovecha para abusar de poder y maltratarlas mientras que el dueño y señor de la hacienda echa a la calle a Matilde y Demetrio, quien para salvarse le propone decirle quien es el padre de Mariángel a cambio de que lo deje quedarse. Aquiles lo amenaza de muerte con un arma y lo obliga a decirle quien es el padre de la muchacha. Demetrio le miente y le da un nombre falso: Asdrúbal Torres Quintero, un viejo pretendiente de su hermana, mismo al que Aquiles acude a buscar en compañía de Edén y al que torturan para que el capataz despues lo asesine, asfixiándolo.
Carlos Raúl se entera por Matilde de lo que ha sucedido en la hacienda. El hombre intenta ir a buscar a su amada pero Gaetana y Bosco se lo impiden. Entonces decide dar un paseo y ve entrar a Demetrio a la posada en que Rosana se hospeda. Decide indagar y los ve teniendo relaciones. Toca a la puerta haciendose pasar por alguien del servicio, sorprendiéndolos y dejando claro que no quiere tener nada que ver con la mujer, quien alega que Demetrio se aprovechó de ella. El ingeniero le pide que no le explica y siga su vida pues él no encontraba motivos para romper su compromiso con ella por lo que más que dañarlo le ha hecho un favor. Rosana llora y culpa a Damián por lo sucedido. El alcoholico se defiende y la hace suya por la fuerza.

Perpetua no deja de intigar contra Analena y cansado de la situación Aquiles le pide que deje de meterse en lo que no le importa y le entrega las llaves de una casa que tiene a las afueras de Yaguanipa. Le exige que se marche a ese lugar con su hija y deje de intentr usurpar en la hacienda un lugar que no le corresponde pues ella nunca fue ni será la señora del lugar. Perpetua le suplica que no la eche pero el hombre está decidido y ordena a Crisálida y Tentación que las ayuden a empacar. Después de ver a las mujeres partir, él visita a Fuentanta e intenta golpearla pero ella se defiende. Ambos hablan del pasado y él le asegura saber lo que ella y su bastardo intentaron hacerle aunque todo les haya salido mal. La mujer se burla de él diciendo que ha sido al hombre a quien, por su cobardía e impunidad, las cosas se le han salido de control y ahora por ello ha comenzado a pagar. Aquiles se marcha. Mientras que Fuensanta festeja que por fin el hombre que tanto odia haya empezado a pagar es sorprendida por alguien a quien ella reconoce. Misma persona que le apunta y dispara y casi es descubierta por Juramento, quien le persigue hasta perderle para luego regresar al lado de su madre, quien moribunda le suplica que perdone a su padre pues ya ha pagado por lo que les hizo y corresponda a Mariángel, quien en verdad lo ama. Pronto aparece Valerio, a quien Fuensanta está por revelarle quién le disparó pero la mujer muere antes de revelarlo. Valerio ata cabos y descubre que todas las muertes en Yaguanipa tienen como clave a una sola persona: Aquiles Diazerrano, pues ha hablado con casi todas las personas en el pueblo y se ha enterado de cosas sobre el hombre que los demás callan. Acude a entrevistarse con él pero Aquiles se niega a recibirlo. y se emborracha. Llora pues en verdad ama a Analena. Crisálida le suplica que actúe correctamente si en verdad ama a su esposa. Que la deje libre para que sea feliz con el hombre al que en verdad ama. Sorprendido, Aquiles exige a la nana que le diga quien es ese hombre. Asombrada por su indiscreción, ella dice haberse equivocado pero sabe que es demasiado tarde. Aquiles busca a Analena. La sacude y le exige que le diga quién es su amante para matarlo en ese momento. Tentación, orgullosa, aparece y asegura saber quién es el amante de la mujer. Crisálida le suplica que no lo diga pero la mujer está dispuesta a hablar. Justo cuando revelará el nombre, aparece Ignacio y asegura ser él el amante de Analena. Revela ser también él el verdadero padre de Mariángel. Aquiles se estremece al escuchar la verdad del amor entre su hijo y Analena y maldice al difunto Hermenegildo por haberlo engañado. Analena asegura que nadie lo engañó pues la noche en que ella le diría a su padre que estaba enamorada y había aceptado ser la esposa de Ignacio, él ya había hecho tratos con Aquiles, el cual lo acorraló para apoderarse de ella a como diera lugar. El hombre asegura haber hecho un trato con el padre de la mujer, quien nunca pagó lo que habían acordado. Aparece Matilde, quien le dice que Hermenegildo siempre mandó a depositar el dinero para comprar la libertad de su hija pero Demetrio, encargado de hacer los depósitos, se quedó el dinero para malgastarlo, entregando a su padre falsas fichas del banco. Pide perdón a Analena por no haber hablado mas solo quiso proteger a Demetrio, su hijo. Tras escuchar todo, Aquiles se encierra en su despacho a terminar de beber. Alguien entra y pone una pistola en su escritorio. Aquiles le dice que quizás sí, esa sea la mejor solución a todos sus tormentos. Al quedar solo toma la pistola con un pañuelo y la guarda.

Analena e Ignacio discuten pues él insiste en que pueden ser felices todavía. Ella le recuerda estar enamorada de otro hombre con el que desea ser feliz en cuanto se separe de Aquiles. Ambos acuden a Mariángel para decirle la verdad y la descubren con Tentación, quien se les ha adelantado. Analena abofetea a la sirvienta y la echa de la hacienda pero la bruja sabe que la mujer ahora no tiene poder alguno y se niega a irse. Entonces es Ignacio quien la corre y a solas le revela saber quién es ella en realidad y hberla visto de adolescente dándole brevajes a su madre, mismos que tarde o temprano la mataron. Aquiles los escucha y tras ello acude al cuarto de la mujer, donde le aguarda, desnudo. Allí le hace el amor y le jura que si un día llega a enterarse de que ella lo ha traicionado, no la perdonará. Ella le reprocha que vaya a perdonar a Analena. Él le deja claro que a pesar de todo Analena ha demostrado ser una señora y ella sin embargo jamás dejará de ser una vulgar criada que no vale más que para que los hombres se desfoguen. Tentación sufre en soledad mientras que Aquiles acude a Analena, quien Junto con Ignacio cuentan a Mariángel como fue que las cosas sucedieron. Aquiles interviene y pide perdón a la muchacha, a la que asegura que obligará a Juramento para que le corresponda y le hace ver que a pesar de todo llevan la misma sangre y aunque ella sea en realidad su nieta él siempre verá en ella a una hija. Decide levantar el castigo y habla en privado con Ignacio, al que le dice que aunque haya aceptado la verdad no está dispuesto a perder a su mujer por lo que le pide que se marche de la casa. El sacerdote regresa a su cuarto en la iglesia, donde medita y habla con Carlos Raúl, quien le pregunta qué es lo que ha sucedido. El sacerdote le cuenta la verdad mas miente al decirle que él dejará la vida religiosa pues Analena ha aceptado formar con él y Mariángel la familia que siempre desearon formar. Es por ello que el ingeniero acude a la hacienda pero Edén le impide el paso y ambos pelean a golpes. Aparece Crisálida, quien asegura al ingeniero que Analena lo pasa muy mal y es mejor que se aleje de ella para evitarle problemas.

Demetrio descubre que su hermana y Carlos Raúl tienen amoríos. La felicita y le aconseja que se marche lejos con él, donde la obsesión de Aquiles no la alcance. Ambos se abrazan y ella asegura tener mucho miedo a que el hombre les haga daño a ella y su hija.

Luisaida cuenta a Maleny y Latoña que Aquiles las ha echado a ella y su madre y ahora viven en una vieja casona a la que las mujeres acuden para apoyar a Perpetua, la cual despotrica en contra de Analena, haciendola parecer una malvada. Pronto la chismosa Latoña esparce por todo el pueblo que Analena y el padre Ignacio son amantes. Cuando esto llega a oidos de Carlos Raúl, éste busca a su amada, a escondidas, y ella le suplica que no se vean pues sus vidas corren peligro. Son casi descubiertos por Mariángel pero el ingeniero se marcha. Cansada de callar, mentir y sentirse presa, Analena evela a su hija no amar a Ignacio y tampoco a Aquiles, si no a alguien más. Alguien que le ha regresado las ganas de vivir y luchar. Mariángel alienta a su madre para que sea feliz y le pide que le diga quién es el hombre al que ama pero la repentina presencia de Demetrio lo impide. El hombre es abofeteado por su hermana, a la que pide perdón por lo que hizo. Analena le asegura haberse sacrificado y hecho por el demasiado por lo que desde ese momento le y retira su ayuda y le pide que en verdad abandone la hacienda pues no desea volver a verlo.

Crisálida aconseja a Matilde para que suplique clemencia a Aquiles y Analena pero la mujer se siente demasiado avergonzada y cree que es tiempo de que Demetrio afronte el resultado de su inmadurez y ella intente ganárselo como hijo. Escuchan bullicio por lo que nerviosas acuden al lugar de donde proviene la discusión: El despacho de Aquiles, a quien Demetrio enfrenta y responsabiliza de la infelicidad de su familia. Aquiles le recuerda al hombre cómo fue por él que su padre lo perdió todo y después pidió un prestamo bancario que por él no pudo pagar por lo que acudió a Aquiles, quien saldó esa deuda y dio un tiempo límite para que le pagaran y que por él, no se pagaron. Le hace ver que ha sido por él por quien su padre murió y su hermana ha vivido infeliz toda su vida, siempre sacrificándose creyendo que es por los suyos pero en realidad solo ha sido una víctima de la holganazería e irresponsabilidad de su propio hermano. Demetrio apunta a Aquiles con un arma de fuego y cuando está por disparar Matilde intercede y es ella quien recibe el impacto. Demetrio reacciona, estremecido al igual que Crisálida y Aquiles. Pronto llega Analena, quien llora al ver lo que su hermano ha hecho. Matilde pide perdón a la mujer y a su hijo, quien con llanto le suplica que no se muera y lo perdone. Ella concede su perdón y muere en sus brazos.

Carlos Raúl revela a Valerio todos los impedimentos de Aquiles para que él siga con la obra que está realizando pues el hombre se ha posesionado ilegalmente de muchas hectáreas en Yaguanipa. Pronto se enteran de que una mujer a muerto en La Emboscada y ambos acuden a pesar de que Bosco trata de impedir a su amigo que acudan. Llegan y Demetrio pide un momento para vestirse adecuadamente y marcharse con Valerio a declarar su culpabilidad por la muerte de Matilde mientras que el ingeniero habla en privado con Analena, quien se encuentra muy afectada. Son descubiertos por Edén, el cual jura que si no le dan una fuerte suma de dinero, él le dirá a su patrón quien es el verdadero amante de su mujer. Carlos Raúl lo reta a que lo haga. Escuchan un disparo. Analena se estremece al descubrir que Demetrio se ha suicidado.

Latoña está segura de que algo acontece en La Emboscada y desea averiguar a pesar que Nemesio se lo impide. La mujer está decidida a salir de casa pero el repentino alivio de Berto lo impiden. La mujer, feliz, lo abraza y le asegura que ahora más que nunca debe casarse con Mariángel Diazerrano. Al escuchar esto, Maleny asegura que esa familia está maldita.

Aquiles lee todos los anónimos que le enviaron y asegura a Tentación que todo era una mentira. Ella asegura que si el río suena, agua lleva y que seguramente Analena no solo tiene relaciones con Ignacio, sino con alguien más. Se marcha y entra Edén, el cual asegura a Aquiles que la celosa Tentación fue quien envió los anónimos. Aquiles encarga a Edén que se deshaga de la bruja y luego al salir a cabalgar se topa con Juramento, quien lo acusa de la muerte de su madre. Aquiles se sorprende al escuchar que Fuensanta fue asesinada y tras decir al muchacho que da su consentimiento para que él y Mariángel sean felices, acude a su despacho y toma el arma que le fue entregada. Luego busca a Edén, al que culpa de haber matado a la mujer. Edén asegura que él no fue pero el hombre no le cree y ante la repentina aparición de Valentín, está dispuesto a acusar al capataz, el cual le recuerda cuantas veces asesinó por ordenes suyas. Aquiles entonces entrega al policía la pistola, asegurando que la encontró en su despacho y estar seguro de que quisieron tenderle una trampa. El arma es la misma con la que mataron a Fuensanta. Valerio descubre que las huellas digitales no coinciden con las de Aquiles.

Rosana pide a Bosco y Gaetana que la ayuden a recuperar el amor de Carlos Raúl, quien la rechaza y no desea que ella se acerque a él. Nadie puede hacer nada por la muchacha, quien es juzgada por Gaetana por haber engañado a su nieto. Entonce ella intenta seducir a Bosco pero él la rechaza y busca a Maleny, con quien ha entablado una amistad.

Luisana asiste a Berto, al que revela que Mariángel está embarazada de un peón. Este busca a su amada, la cual le pide perdón por no poderle corresponder. Es por ello que Berto decide olvidar a la muchacha al lado de Luisana, de quien se hace novio.

Tentación enfurece cuando Edén le revela que le han ordenado matarla. La mujer busca a Perpetua, quien le aconseja que sea ella la que mate a Aquiles para así acabar con años de abusos. Perpetua cree que solo así puede ser ella la dueña y señora de La Emboscada mas la Güila le dice que Juramento es hijo de Aquiles y que, a demás, Ignacio es el primogénito y poseerá todo en cuanto deje los habitos. Le cuenta sobre la verdadera paternidad de Mariángel por lo que Perpetua maldice a Analena, misma que habla con Gaetana sobre el gran amor que siente por Carlos Raúl. La abuela defiende a su nieto y le pide a la mujer que se aleje de él, pues todos los hombres cercanos a ella han muerto de manera trágica. Por ello Analena acude a Carlos Raúl y le jura que no descansará hasta saberlo libre.

NOVIEMBRE 2015. La Güila reclama a Aquiles el quererla matar y lo acusa de haber causado la muerte de su propio sobrino, Ovidio. El hombre lo niega y ella asegura haber visto a Edén cortando los frenos del auto del muchacho. Enfurecido, Aquiles reclama a su capataz, quien lo niega todo y lo convence de que Tentación los quiere poner en contra. Aquiles corre a la bruja de su hacienda y la acusa de mandarle anónimos. Ella niega haberlos mandado y le asegura que Edén terminará traicionándolo tarde o temprano. Aquiles entonces se siente confundido y revela a Crisálida no saber en quien confiar. La mujer le asegura que aún es tiempo de redimirse y dejar ir a Analena para que sea feliz pero él se niega pues la ama de verdad. La nana le asegura que ni Tentación ni Edén son buenos y ambos lo traicionarán. 
Aquiles lamenta no tener a nadie y Crisálida le recuerda que tiene un hijo, al que busca en la iglesia y lo encuentra ensangrentado en el altar. De inmediato llama a Nemesio y lo lleva a la clínica, donde lo ponen a salvo. Ignacio asegura que fue atacado por Carlos Raúl, quien es detenido por Valerio y puesto en los separos. Por ello Bosco acude a Analena y le pide que ayude al ingeniero pues él es inocente de lo que lo acusan. Analena habla con Valerio y le hace saber que Aquiles es capaz de todo con tal de librarse de sus culpas, sorprendiéndose cuando el policía le dice que el que denunció fue Ignacio. Entonces Analena acude al sacerdote y con llanto le pide que deje de mentir pues Carlos Raúl no pudo haberlo dañado ya que se encontraba con ella. Ignacio, lleno de ira, amenaza a la mujer con hacerle pagar por todos sus desprecios. Ella entonces se arma de valor y asegura a Aquiles que si él no hace algo ella revelará todo lo que sabe de él y su propia infidelidad para destruir el respetable apellido de su familia. El hombre decide hablar con su hijo, al que asegura saber que el ingeniero es inocente. Ignacio le dice que ese ingeniero es el amante de su mujer. Aquiles enfurece y busca a Analena, a la que encuentra rezando en la iglesia. La abofetea cuando ella acepta que sí, que Carlos Raúl es su amante y que lo ama con todo su corazón. Él asegura que hundirá en la cárcel al ingeniero y ella lo amenaza con revelar todas sus fechorías pues aunque pareciera una mujer invisible para todos, siempre estuvo al tanto de las conversaciones que él tuvo con Ovidio, Edén y Tentación, siendo estos dos últimos sus cómplices, por lo que lo alienta a que intente hacer daño a otros para que ella lo hunda. Aquiles intenta asfixiarla pero es visto por Juramento, quien lo enfrenta a golpes. El chico lo vuelve a acusar de la muerte de su madre. Aquiles dice ser inocente y aparece Valerio, quien afirma que el hombre dice la verdad pues ha descubierto quien es el asesino de Fuensanta: Nada más y nada menos que el padre Ignacio. Todos se sorpenden ante la buena nueva y entonces Aquiles descubre que le han tendido una trampa. Busca a Edén y lo golpea pues fue este quien le llevó el revolver. El capataz confiesa que Ignacio le entregó el arma para inculpar a su padre pues fue él mismo quien le pidio que se la entregara. Aquiles está por matar al capataz pero Crisálida le pide que no lo haga pues Edén es su hijo. Hijo que tuvo con una criada hace muchos años. Ambos hombres se sorprenden y escuchan a la criada, la cual recibió a la criatura recién nacida y la mantuvo en la hacienda como un criado para que Aquiles no se deshiciera de él. Edén sufre pues teniendo derecho a tanto no ha hecho más que recinir trato de criado. Se desahoga con Tentación, quien se atreve a besarlo y le asegura que si Aquiles e Ignacio mueren él será el nuevo amo. Son escuchados por Analena, la cual se asombra cuando él revela haber atacado a a Ignacio. La mujer de inmediato acude a Valerio, quien detiene al capataz, quien asegura ser inocente.

Rosana camina por el pueblo y sorprende a Juramento bañándose en el río. Lo espía y es descubierta por Aquiles, quien la seduce y la lleva a su hacienda, donde terminan en la cama. Los sorprende Tentación, quien toma a la muchacha de las greñas y la arrastra por el suelo hasta que Aquiles deja escapar un disparo y asegura a la bruja que si no se marcha de su hacienda la matará pues está cansado de ella. Ella lo reta a que la mate y se termine de hundir pues Edén se encuentra detenido pues se descubrió que fue él quien atacó a Ignacio. Aquiles acude a la comandancia y se sorprende al saber que Analena denunció y más aún cuando Edén revela que Ignacio lo quiso incriminar en el asesinato de Fuensanta y en el envío de los anónimos. De todo ello se defiende Ignacio, el cual asegura a Valerio que Edén le entregó el arma con la que mató a la prostituta, quien descubrió que él fue el responsable de la muerte de Ovidio. Las huellas en el arma se deben a que el sacerdote la ocultó hasta reaccionar y entregársela a su dueño, quien luego quiso tender una trampa a Aquiles y se la entregó, pero este fue astuto y no la tocó. Ambos acusados tienen un careo y Carlos Raúl queda en libertad por lo que se reúne con Analena, a la que pide que huyan juntos. Ella acude a recoger sus cosas a La Emboscada, donde Mariángel impide que se vaya con su amante y la responsabiliza de todo lo que está sucediendo. Por ello Analena no llega a su cita con Carlos Raúl, a quien Gaetana aconseja que se olvide de la mujer. Pero no así Bosco, quien descubre que Aquiles y Rosana son amantes y los ha fotografiado. Carlos Raúl acude a la embscada en busca de la mujer que ama. Allí se enfrenta a Aquiles, quien se sorprende cuando a su mujer le son entregadas las fotos de éste y Rosana. Aquiles no tiene más remedio que aceptar que su mujer se vaya pero esta no lo hace pues no quiere alejarse de su hija, la cual insiste en quedarse.

Edén es culpado por las muertes de Ovidio y Fuensanta, mientras que Ignacio queda en libertad. Al llegar a la iglesia busca en su caja fuerte otros anónimos destinados a su padre, mismos que destruye. Enloquecido, habla con Perpetua, a la que le pide que lo ayude para poseerlo todo y así lograr convencer a Analena de ser su esposa . Ella lo estremece al decirle que Juramento y Edén son sus medios hermanos. El hombre busca a su padre, quien acepta que es verdad, así como saber que él mandó los anónimos. Ambos pelean y juran que tendrán a la mujer mancomunada, quien los descubre y llama a Valerio, quien llega demasiado tarde pues ambos han salido en caballo a perseguirse. Llegan a una cuenca, donde se golpean. Finalmente Ignacio da un golpe bajo a su padre, quien resbala y por lo tal lo empuja, por lo que Aquiles cae al vacío. Ignacio finge estar asustado y llama a Valerio, al que cuenta otra versión de la historia. El sacerdote se arodilla ante Analena, a la que dice que ya es libre y le suplica que no lo rechace pues ahora ellos pueden ser felices. La mujer toma una decisión: Se irá con Carlos Raúl, por lo que pide a Mariángel que se quede al lado de su padre, quien deja los hábitos y toma las riendas de la hacienda, nombrando a Juramento su capataz y administrador. Sin embargo se hunde en el alcohol, mientras que Analena se instala en la casa de Carlos Raúl, enfrentándose a los desaires de Gaetana.

Tiempo después Edén es condenado a cadena perpetua por sus crímenes, confesándolo todo y culpando a Aquiles de ser el autor intelectual. Pronto escapa y busca a Juramento para aconsejarle que maten a Ignacio y ellos compartan la fortuna Diazerrano, Juramento rechaza su oferta y el hombre enfrenta a su hermano, al que amenaza con un arma de fuego. No sospecha que Juramento ha llamado a la policía, la cual llega. Edén dispara a Ignacio pero solo lo hiere de un brazo y huye. Es perseguido por Valerio y la policía y muere en un tiroteo.

Analena es feliz al lado de Carlos Raúl y ha conseguido ganarse la confianza de Gaetana, quien bendice su amor. La pareja acude a la iglesia a las platicas prematrimoniales y allí se encuentran cara a cara con Perpetua, quien solo insulta a la mujer.

Berto y Luisana son felices y deciden que se casarán pues Nemesio ha decidido dar la dirección de la clínica a su hijo. Esto hace feliz a Luisana, quien se opone a la relación entre Maleny y Berto, al que considera un mal partido. Este habla con Nemesio, quien le da su apoyo y le asegura que si desea casarse con su hija, tiene su permiso y bendición. Maleny agradece a su padre el apoyarla y acepta casarse con el ingeniero, quien celebra con una fiesta en que la muchacha y Analena se encuentran y se tratan como viejas amigas. Aparece Latoña, furiosa, quien luego de hablar con Nemesio asegura que no está dispuesta a perder a una hija por lo que prefiere ganarse otro hijo.

Crisálida sufre por tanta tragedia y aconseja a Mariángel que ahora que ella también es madre y sabe lo que es un amor imposible haga las paces con Analena. Juramento pide lo mismo a la muchacha, quien busca a su mamá y le pide perdón, a pesar de la oposición de Ignacio, a quien la muchacha revela la fecha en que Analena y Carlos Raúl se casarán.

Tentación se encuentra sola pues nadie le da trabajo o ayuda. No tiene más remedio que tomar el burdel que era de Fuensanta y echarlo a andar, convirtiéndose en el vicio de los borrachos del pueblo. Jura que se vengará de aquél que le arrancó a Aquiles de su vida. Destinándola a la perdición.

Perpetua recibe la visita de Crisálida, quien descubre que la mujer está agonizando y no tiene dinero para curarse el cáncer que la aniquila. Suplica a Ignacio que ayude a su tía pero este se niega argumentando que es demasiado tarde para malgastar dinero pues la mujer de todas formas morirá. Cuando empeora, Perpetua es atendida por Berto, quien hace todo lo posible por mantenerla con vida por más tiempo pero la mujer termina por morir, causando gran dolor a Luisana, a la que Mariángel se acerca para ofrecerle apoyo. Luisana es aconsejada por Berto y decide hacer las paces con su prima.

Analena y Carlos Raúl se casan en la iglesia del pueblo. Al salir del recinto se besan y celebran con sus invitados. Aparece Ignacio, quien lleno de rabia jura que si la mujer nunca será para él no será para nadie. Les apunta pero también aparece Tentación, quien se entromente y lo acusa de ser el responsable de la muerte de Aquiles pues ella vio cómo lo arrojó al vacío. Ignacio acepta su culpa y haber enviado anónimos a su padre para trastornarlo por haberle arrebatado a la mujer que ama y que será para él lo quiera o no. Tentación le afirma que la mujer mancomunada nunca será para él y se despide asegurando que se verán en el infierno. Le dispara en repetidas ocasiones hasta asegurarse de que está muerto. Es detenida y enviada a prisión, donde Crisálida la visita. Lloran juntas pues ambs amaron a Aquiles como nadie.

Analena y Carlos Raúl celebran su boda con los seres queridos para luego acuidir al entierro de Ignacio. Analena decide que La Emboscada y Yaguanipa no son sitios para ella por lo que pide a su hombre que la lleve lejos. Se marchan a la ciudad y se despiden de Mariángel, quien en breve es la nueva señora de la hacienda pues Juramento lo ha heredado todo al comprobarse que él es un Diazerrano.


Analena y Carlos Raúl se entregan su amor en una playa, sellando de esa manerasu compromiso por siempre, liberándose ella de toda atadura, dejando así de ser una... mujer mancomunada.






Fin


















NOVELAS CIBERNÉTICAS MMXV
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© Omar Tarsis Berzeg 2015