El
imponente Aquiles Diazerrano vive en La Emboscada, su hacienda dentro
de la lejana y exótica tierra de Agua Santa, Yaguanipa,
donde tiene ardientes amoríos con su criada, la bruja Tentación, a
quien todos conocen como “La Güila” y en el fuego ve la llegada
de una intrusa que le quitará a su hombre, mismo al que pregunta
quién es esa mujer. Él la pone en su lugar y le exige que se olvide
de él pues por fin habrá una señora en su casa. Es por eso que la
celosa y posesiva Tentación jura que nadie le quitará a su hombre
jamás, jurando hacer daño a cualquier intrusa que se atreva a
quitarle a Aquiles Diazserrano, quien dentro de su hacienda tiene
viviendo consigo a la hermana de su difunta esposa, la sombría y
enigmática Perpetua, la cual se ha encargado de ser la señora de la
casa por años y se opone a que el hombre lleve a una nueva mujer que
la destrone y quizás la eche a la calle con sus hijos, el pequeño
Ovidio y la casi recién nacida Luisaida, por lo que horririzada
suplica al hombre que no cometa una locura pero él ya está decidido
y prepara todo para dar una gran fiesta después de que se case en la
capital. Y justo en el día de la boda Analena descubre que está
embarazada de Ignacio, quien en soledad sufre por la pérdida de su
gran amor y acude a buscarla, enterándose así que en esos momentos
su amada se está casando. Por eso el muchacho toma sus cosas y
abandona la ciudad mientras que Analena con llanto acepta ante Dios
ser la mujer de Aquiles, para luego confesar con llanto a Matilde su
embarazo. Esto lo escucha Demetrio, el cual decide callar y pide
dinero a su ahora cuñado, quien se lo da con el fin de comprometer
cada vez más a Analena, a la que toma consigo para llevarla a vivir
a su hacienda, donde la presenta con todos los invitados a su
festejo, causando esto gran dolor a la Güila y Perpetua, quienes
creen que con la llegada de la que consideran una intrusa sus
destinos cambiarán. Por ello la bruja hace un conjuro y es
descubierta por la vieja sirvienta, Crisálida, quien destruye lo que
encuentra a su paso y jura a la bruja que el corazón de Aquiles
nunca será suyo, aunque haya conseguido embrujarlo para tener su
pasión, así como no impedirá que el hombre sea feliz con su nueva
esposa. Al marcharse Crisálida, La Güila ríe malévolamente y jura
que si no podrá seguir siendo la única mujer de su hombre, matará
a toda aquella que se interponga entre ellos, tal y como lo hizo hace
años con la esposa de éste.
Perpetua
deja claro a Analena que es ella quien se encarga de las decisiones
de la casa. Las escucha Aquiles, quien hace saber a su cuñada que
será su mujer la señora de la casa y es ella quien debe acatarse a
sus decisiones o de lo contrario tendrá que irse con todo y sus
vástagos. Analena interfiere para evitar conflictos y pide a
Perpetua que intenten ser amigas y sea ella quien le enseñe como
debe ocuparse de la casa. Los novios bailan un vals entre festejos y
música y de pronto aparece nada más y nada menos que Ignacio, a
quien Aquiles abraza y agradece por haber asistido a su festejo de
bodas y lo lleva ante su nueva esposa, a la que lo presenta ¡como su
hijo! La reacción de ambos enamorados es estremecedora. Ambos fingen
no conocerse y al estar a solas él le reclama a ella el haberlo
traicionado con su propio padre. Analena intenta explicarle como pasó
todo y que espera un hijo suyo, pero Ignacio la desprecia y le gria
cuanto la odia. Ambos se alejan sin darse cuenta de que Crisálida lo
ha escuchado todo, estremeciéndose. La nana trata de hablar con
Ignacio para que no se marche definitivamente de la hacienda pero él
asegura que jamás aceptará a la concubina de su padre. Esto lo
presencia Tentación, quien feliz asegura a Crisálida que en Ignacio
tendrá a un aliado para destruir a la mujer mancomunada de Aquiles
Diazerrano, a quien su hijo asegura que nunca aceptará a su mujer,
marchándose de la hacienda a pesar de las súplicas de Perfecta,
quien culpa a Analena del desprecio del muchacho hacia su padre,
quien por la fuerza hace suya a la sufrida Analena, para luego
tratarla con aborrecimiento, culpándola de ser un fiasco como hembra
y así acudir a La Güila para apagar su calor, mientras que Analena
llora y sufre irremediablemente pues lo ha perdido todo, incluso el
verdadero amor, mientras que Ignacio, presa de lo mismo, hundido en
una gran depresión decide tomar camino sacerdotal.
Diez
años después Hermenegildo entrega a Demetrio el dinero que
mensualmente depositan a Aquiles para comprar la libertad de Analena,
lamentando que al paso del tiempo la deuda no haya podido ser saldada
del todo. El sufrido padre ignora que su vástago o ha engañado y se
ha jugado todo ese dinero, descubriendo esto Matilde, quien está
harta de incubrir al muchacho y se lo revela a Hermenegildo delante
de él mismo. El padre sufre una recaída que lo manda a la cama
definitivamente, desde donde maldice a su hijo, al que asegura que
siempre será un pobre diablo que no vale absolutamente nada pues ha
arruinado a su familia y la vida de su hermana, la cual desde lejos
no deja de pensar en ellos y en su gran amor, Ignacio, siendo víctima
de los abusos de Aquiles y las intrigas de Perpetua y Tentación,
aunque encontrando alegría en su pequeña hija, Mariángel y
consuelo en Crisálida, la cual no deja de alentarla para que
encuentre la felicidad lejos de Aquiles y busque a Ignacio. Analena
se sorprende al descubrir que la fiel nana sabe su secreto y se
desahoga con ella.
Aquiles
hace una visita fugaz a los Preciado, a quienes hace saber que nunca
recibió un solo centavo de la deuda que tenían con él por lo que
Analena le pertenece definitivamente y todas sus propiedades también,
incluyendo la casa en la que viven y en la cual los dejará
permanecer solamente por caridad y a cambio de que se olviden de la
muchacha. No tienen más remedio que aceptar y Matilde le reprocha
esto a Demetrio, quien harto de los acosos y reclamos está a punto
de golpearla pero Hermenegildo lo prohíbe y le revela a este que la
sirvienta ¡es su madre! Matilde llora amargamente y trata de
explicar al muchacho cuanto ha sufrido pero este se niega a
escucharla y la desprecia. Hermenegildo le revela que él sí es su
padre pero que fue producto de un error de juventud entre la criada y
él. Demetrio jura que jamás aceptará a una criada como su
progenitora y le grita a Matilde cuanto asco y desprecio siente hacia
ella, atormentándola.
Dentro
de un Seminario, convertido en un sacerdote, Ignacio ora sin poder
apartar de su corazón a Analena, a la que odia con toas sus fuerzas
y por ello pide perdón a Dios, suplicándole que jamás la vuelva a
poner en su camino. Llama por teléfono a Aquiles, al que hace saber
que todavía se encuentra en el extranjero y que no sabe cuando
volverá. Al colgar el teléfono, el padre discute con Perpetua, la
cual desea que su hijo mayor, Ignacio, sea sacerdote. Aquiles jura
que jamás permitirá que en su familia haya un hombre que use
enaguas, pues los Diazerrano han sido una dinastía de machos.
EPOCA
ACTUAL: Poseedora de una inigualable belleza y a pesar de tenerlo
todo Analena no es feliz viviendo al lado del duro Aquiles, quien la
ha convertido solo en una pieza de colección y ha volcado todo su
amor en Mariángel, de quien la madre oculta la verdadera paternidad,
misma que sospecha Tentación, quien no pierde momento para
fastidiarla y está orgullosa de que sus brujerías hayan surtido
efecto y la mujer nunca más se haya podido volver a embarazar, razón
por la cuál ella ha podido seguir manteniendo amoríos con Aquiles,
al cual no deja de envenenar en contra de su mujer, a la que reprende
y ofende en cualquier oportunidad posible, a pesar de las súplicas
de Crisálida, quien siempre está del lado y es confidente y amiga
de la mujer, misma que sigue siendo la más bella y elegante de toda
Yaguanipa, llenándo esto de orgullo al marido, quien vive resentido
con su hijo mayor, Ignacio, por haberse negado a volver, hasta la
época presente.
La
cada día más endurecida Perpetua solo vive para rezar e intrigar
contra Analena y la hija de esta, a la que Luisaida odia en secreto
debido a toda la ponzoña con la que su madre le ha envenenado el
alma. No así Ovidio, el cual es administrador de la hacienda y mano
derecha de Aquiles, al que admira y tiene gran respeto que sufre por
poderle perder pues está profundamente enamorado de su tía Analena,
a la que procura y consiente a pesar de las imposiciones de Perpetua,
con la que pelea constantemente por esto pues para el ahora hombre
Analena es una mujer frágil e intachable aunque su madre y hermana
opinen lo contrario y se empeñan en casarlo con Maleny, la seductora
hija del doctor Nemesio y Latoña Morales, quienes desean ver casados
a sus hijos con gente de bien, principalmente ella, pues está
empeñada en emparentar con los Diazerrano y para ello casar a su
hija con Edén, el consentido y posible heredero de Aquiles,
mientras que a, Berto, su apuesto hijo, con Mariángel, con la cuál
el apuesto doctor está obsesionado y por eso desprecia a Luisaida.
Es este muchacho la razón de la rivalidad de las primas pues aunque
Luisaida desea agradarle por sobre todas las cosas, éste no le hace
caso y a ello ayuda Latoña, quien no sabe cómo hacerle saber a
Luisaida que su hijo se casará con aguien mejor que ella.
A
la hacienda Diazserrano se ha presentado Juramento, un joven muchacho
deseoso de trabajar y a quien el malvado Edén maltrata desde el
primer momento. Esto lo descubre Analena, quien defiende al muchacho
y ordena que se le de trabajo a pesar de que el capataz se opone,
desafiándola pues le recuerda que ella no es nadie y el único que
da ordenes es Aquiles. Sin embargo Analena se muestra fuerte y lleva
al muchacho a la cocina, ordenando a Crisálida que le de comida. La
mujer lo hace y esto causa las intrigas de Ignacia, quien con tal de
hacer daño a su patrona le revela que ese muchacho al que ha ayudado
es el hijo de la mujerzuela con la que su marido se revolcaba hace
muchos años. Esto no le importa a Analena, quien desea hacer el bien
y se enfrenta a Aquiles hasta que este decide emplear a Juramento y
más tarde acude a Fuensanta, la madre de este, a quien reclama el no
haberse deshecho del bastardo que tuvieron y con el cual no pudo
chantajearlo hace tantos años. Fuensanta, quien es sexo servidora,
solo se burla del hombre y lo suyos por lo que éste la golpea,
culpándola de la muerte de su primera mujer. Se marcha y entonces la
mujer jura que éste se llevará una gran sorpresa al saber quién es
en verdad responsable de esa muerte. Aquiles se encuentra entonces
con Maleny, su amante, con la que se burla de Ovidio, el cual está a
punto de sorprenderlos bañándose juntos, sin lograrlo, pues la
muchacha es habilidosa y logra engañarlo mientras Aquiles escapa por
una ventana.
Edén
ha mantenido amoríos con Yacaranday, una prostituta de la que está
enamorado y que por miedo le sirve en todo, haciéndole creer que le
corresponde aunque ella en realidad está enamorada de Juramento, su
gran amigo. Yacaranday trabaja con Ignacia, de la que Edén le pide
información y hace preguntas sobre la paternidad de Juramento.
Yacaranday asegura no saber nada y éste le exige que investigue pues
de esa manera pueden hacer mucho dinero. Ignacia se da cuenta de esto
y pide a Edén, quien jura a la mujer que su día está muy cerca
pues ya se ha convertido en un estorbo para él y su patrón. Ignacia
asegura no tenerles miedo y después Yacaranday, llena de miedo, le
asegura que Aquiles y Edén no emanazan en vano pues ellos amtaron al
padre Urpasiano. Las mujeres saben que no pueden denunciarlos pues
Aquiles es la máxima autoridad del pueblo.
Analena
se enfrenta a Perpetua y pregunta porqué en vez de atormentarla no
ha conseguido un lugar en el cual vivir, pues desde hace 10 años que
llegó a la hacienda prometió hacerlo y es la hora en que no se
marcha. La viuda asegura tener más derechos que Analena por ser la
viuda del hermano de Aquiles. Aparece Crisálida, quien le recuerda
que su marido está muerto y ella no es de la familia. Analena se
marcha y pronto habla con Tentación, quien le cuenta sospechar que
Mariángel no es hija de Aquiles. Enfurecida, Analena toma del cuello
a la bruja y le jura que si se atreve a soltar ponzoña y veneno
contra su hija y así poner a Aquiles contra la muchacha, ella misma
la matará pue sno se tentará el corazón para hacer pagar a quien
cause daño a Mariángel. La Güila jura que Analena pagará muy caro
por sus amenazas. Por esto comienza a aconsejar a Juramento que
enamore a la muchacha, convenciéndolo de que él podría tener a una
señorita como ella. Juramento entonces comienza a acercarse a
Mariángel y asegura a su madre que llevará a cabo su venganza.
Al
pueblo han llegado el ingeniero Carlos Raúl Méndez y su mano
derecha, Bosco, quienes coocen a Ovidio y lo enteran de todas las
anomalías a las que Aquiles a incurrido sobornando a la ley para
apoderarse de casi todas las tierras del lugar, mismas donde se ha
decidido hacer nuevos caminos. A pesar de la negativa de Ovidio,
Carlos Raúl se presenta ante el Aquiles y tienen una fuerte
discusión por lo que el hacendado lo amenaza de muerte pero el
ingeniero asegura no temerle. Al salir, furioso, se asombra al
conocer a Analena, de la cual queda enganchado y desde ese momento no
puede quitársela de la cabeza, asegurando a Bosco que es la mujer
más hermosa que haya visto en la vida. Comienza a toparsela
accidentalmente y no pierde oportunidad para acercarse a ella,
ofreciéndole su amistad.
Maleny
no tolera su romance con Ovidio pues lo encuentra aburrido sin
embargo es presionada por Latoña, quien ha jurado a Perpetua que sus
hijos se casarán. Nnguna cuenta con que pronto Ovidio descubre que
la muchacha tiene un amante y estpa decidido a tenderle una trampa
para descubrirla pero fracasa pues la muchacha y Aquiles son
habilidosos. Éste da por terminada su relación y Latoña abofetea a
su hija al enterarse por lo que la obliga a ir en busca del muchacho
y arrodillarse ante él suplicando perdón. Ovidio sabe que entre
ellos no hay amor sin embargo regresa con ella dispuesto a descubrir
quien es el amante de esta mientras que repetidas veces espía a su
tía, Analena, mientras se baña, tocándose a sí mismo sin poder
evitar sentir una fuerte pasión por ella.
Aquiles
prohíbe a su hija hacer amistad con Juramento pero ella y el peón
se han vuelto amigos al grado de creer haberse enamorado. El chico se
lo hace saber a Fuensanta, quien furiosa le recuerda que él ha ido a
la hacienda a buscar venganza, no a ser el plato de segunda mesa de
la que le ha arrebatado por años lo que le pertenece. Es así que el
Juramento comienza a seducir a Mariángel, llenando de celos a Berto,
el cual insiste en que ella sea su novia, siendo rehazado y asediado
por Luisaida, quien alienta a Juramento para que enamore a su prima,
volviéndose este presa de Edén y la Güila, quienes saben el
origen del muchacho pero se niegan a revelarlo por conveniencia. Lo
molestan y es defendido por Mariángel, quien deja claro a los
empleados quienes son ellos a pesar de abusar de la confianza de su
padre. La Güila se enfrenta a la muchacha, quien es defendida por
Analena, la cual decide echar a la bruja de su hacienda pero ésta es
defendida por Aquiles por lo que el matrimonio tiene un
enfrentamiento en el que el hombre ofende demasiado a Analena, a la
que cúlpa de no haberle dado más hijos. Ella se siente halagada por
ese hecho y confiesa estar arrepentida de haberse unido a él para
salvar a su padre, al que no ha podido ver durante muchos años. En
eso suena el teléfono y es así que Analena se entera de que su
padre está al borde de la muerte. Desea ir a verlo pero Aquiles se
lo prohíbe. La mujer está más que decidida y el hombre le jura que
si se marcha no podrá regresar ni volverá a ver a su hija.
Mariángel, quien ama a su padre por sobre todas las cosas, suplica a
su mamá que no se marche pero Analena está más que decidida y pide
ayuda a Ovidio, mismo al que tanto Aquiles como Perpetua prohíben
que ayude a la mancomunada mujer pero el muchacho esta vez decide
enfrentarse a su madre y tío y se marcha a la gran ciudad junto a su
tía, dispuesto a aprovechar la ocasión para enamorarla. Esto llena
de esperanzas a Tentación, quien canta una victoria que dura poco
pues Aquiles le hace saber que ella ya no le sirve en la cama y si la
mantiene a su lado es solo por lástima. De esto se ríe Crisálida,
la cual hace saber a la bruja que su fin ha llegado y ya no es nada
para el patrón. La Güila jura que reavivará la pasión de Aquiles
Diazerrano, quien en soledad sufre por la partida de su mujer y lleno
de celos toma a su hija y decide ir a la ciudad para acompañar a
Analena, a la que el preocupado padre pide perdón por haberla
vendido y tras ello muere no sin antes suplicarle que vele por
Demetrio y Matilde, quienes tamnién sufren por la partida del viejo
Hermenegildo, el cual no ha heredado absolutamente nada pues todo
cuanto tuvo le pertenece a Aquiles Diazerrano, quien se opone a que
la familia de su mujer viva en su hacienda mas Analena insiste
demasiado, decidida, y lo logra, por lo que al volver a Yaguanipa los
instala en La Emboscada, donde Demetrio comienza a alcoholizarse,
mientras que Aquiles, no conforme, jura que se deshará del
desobligado cuñado que tiene. Trata de hacerle el amor a su esposa
pues desea ser recompensado por ser complaciente. Ella lo rechaza y
el hombre la maltrata pues sabe que ella siempre ha amado a otro
hombre. Le jura que un día sabrá quién es el desgraciado y lo
matará.
SEPTIEMBRE
2015. Ovidio sufre por
el amor que siente hacia su tía y el temor que le tiene a Aquiles
mas cree que lo mejor que puede hacer es enfrentarlo y declarar a la
mujer el amor que siente por ella.
Berto
intenta besar a Mariángel por la fuerza y ésta es defendida por
Juramento, quien se atreve a golpear al muchacho, el cual descubre
que entre los dos hay algo. Se lo hace saber a Aquiles, quien azota a
Juramento y le exige que nunca se acerque a su hija. Esto llega a
oidos de Mariángel, quien desde ese momento desprecia a su padre, lo
mismo que Analena, la cual decide mudarse de habitación pero el
hombre la toma de los cabellos y a rastras la regresa a la suya,
donde la golpea y le jura que si insiste en revelarse se deshará de
ella y la apartará de Mariángel, quien al saber por Crisálida lo
que el hombre le ha hecho a su madre, lo enfrenta, siendo reprendida
ella también. La muchacha entonces bisca consuelo en Juramento,
quien se atreve a besarla apasionadamente. Ambos deciden entregarse
su amor.
A
Agua Santa ha llegado un nuevo sacerdote, que no es otro mas que
¡Ignacio! El cual pide a Dios fuerzas para enfrentar aquello a lo
que lo ha mandado como prueba. Se sorprende cuando al confesionario
llega Analena, quien confiesa estar enamorada de un hombre al que no
ve hace mucho tiempo, hijo de su marido, revelando el porqué de su
casamiento con Aquiles. Esta confesión estremece al sacerdote, quien
ve a la mujer salir de la iglesia y entonces descubre que estaba
equivocado y todo fue una trampa de su padre y Hermenegildo, quienes
mancomunaron a una inocente por intereses propios. Se las ingenia
para ver a Crisálida, a la que suplica que le diga si es verdad lo
que él ahora sabe. Ella le dice que si, revelándole que Analena en
realidad se casó en contra de su voluntad y estando embarazada de
él. Ignacio se estremece al descubrir que la jovencita a la que
siempre ha creído su media hermana ¡es en realidad su hija! Se
atormenta al recordar que no quiso escuchar a Analena cuando ella
trató de explicarle y está decidido a recuperarlo todo pero
Encarnación le suplica que no lo haga pues de lo contrario desatará
una tragedia en la que correrá sangre, a demás que él ahora es un
sacerdote y es un hombre prohibido para cualquier mujer.
Carlos
Raúl da el pésame a Analena y Demetrio, quien alcoholizado provoca
al ingeniero y acusa a su hermana de ser una cualquiera y engañar a
su marido. Carlos Raúl defiende a la mujer, la cual a solas habla
con su hermano y le suplica que no le cause problemas o de lo
contrario no lo ayudará y tendrá que arreglárselas por su cuenta
ya que Aquiles no desea ayudarlas de ninguna manera. Demetrio sin
embargo propone a su cuñado ser sus ojos y vigilar a la mujer,
asegurando que muchos hombres la desean. El violento Aquiles exige a
su cuñado que le diga quienes son esos hombres y el borracho
menciona el nombre de Ovidio, al que Aquiles busca para golpearlo y
exigirle si es verdad lo que le han dicho. El muchacho lo niega todo
e intercede Perpetua, quien asegura a Aquiles que su hijo es inocente
de lo que le acusan. La madre cura las heridas de su hijo, quien a
solas le confiesa que es verdad que él ama a Analena en silencio.
Perpetua sufre y desahoga su pena con Ignacio, al que asegura que la
mujer es una vulgar oportunista. Ignacio asegura a su tia que se
equivoca pues él conoce muy bien la vida de Analena.
Maleny
conoce a Carlos Raúl y de inmediato queda enganchada a él por lo
que se decide enamorarlo y para ello utiliza a Bosco, quien cree que
la muchacha es una ladina y pronto se entera de que es la prometida
de Ovidio, a quien Fuensanta asegura que Aquiles es malvado y tiene
muchos muertos en su consciencia. El muchacho cuenta esto a su tío
en presencia de su familia y La Güila, quien acude a Fuensanta para
reclamarle las difamaciones contra su hombre. Fuensanta solo se burla
de ella por amar a un cretino que solamente la ha utilizado para
cometer fechorías, como el asesinar a su primera esposa. Crisálida
asegura que ella no sabe nada de esa muerte mas Fuensanta está
convencida de que la bruja la mató, cegada por la pasión y bajo
influencia del mismo Aquiles.
Berto
descubre que Maleny y Aquiles son amantes y enfrenta al hombre, al
que amenaza con desenmascararlo. Tienen un altercado y el muchacho
asegura a su hermana que la delatará ante Ovidio. Esto no es posible
pues Aquiles lo hiere fuertemente en la cabeza. Pierde el
conocimiento y es llevado a la clínica, donde Nemesio hace hasta lo
imposible por salvarle la vida. Sin embargo el muchacho pierde el
movimiento y el habla por lo que no puede desenmascarar a los
amantes. De esto se siente culpable Maleny, quien desea decir la
verdad pero teme a ser rechazada por sus padres. Decide terminar su
relación con Aquiles pero éste la viola y le jura que jamás
permitirá que sea de otro hombre.
Los
Diazerrano acuden a misa dominical, misma a la que Analena acude con
su familia para orar por el descanso de Hermenegildo. Cual es su
sorpresa cuando en el altar aparece Ignacio oficiando y
estremeciéndolos a todos, principalmente a Analena. Cuando ambos se
vuelven a ver, en sus corazones se vuelve a encender la yama del
amor. Más tarde Ignacio se presenta ante su padre para advertirle
pero éste solo le recrimina el haberse vuelto un sacerdote que no
sirve para nada, acusándolo de ser homosexual. Discuten y se
presenta Analena, estremeciéndose al ver al sacerdote, quien a
solas le dice saber cómo fue que se casó pues era él el sacerdote
que escuchó su confesión. La mujer llora amargamente y lo culpa de
su desgracia pues en vez de luchar por ella la recriminó y la acusó.
Él le suplica perdón y le confiesa que nuncala ha dejado de amar,
tomándola de las manos. Esto lo ve Tentación, quien asegura a
Perpetua estar segura de que esos dos se conocieron mucho antes de
que la mujer se casara con Aquiles. Ambas intrigosas atacan a Analena
y la acusan de tener algo que ver con Ignacio. Llegan a tal punto a
ofenderla que a la mujer no le queda más remedio que abofetear a
Perpetua, a la que asegura que si insiste en hacerle la guerra, será
ella quien se encargue de que Aquiles la eche para siempre pues tiene
las armas para lograrlo. Esto hace que la viuda, llena de odio, acuda
a Tentación, a quien le ofrece aceptarla como la esposa de Aquiles
si se encarga de eliminar a Analena. Por ello la bruja tiende una
trampa a su patrona, citándola en las afueras del pueblo, dispuesta
a matarla haciéndola caer en un nido de serpientes venenosas, pero
aparece Carlos Raúl y la salva. Se atreve a besarla y le confiesa
estar perdidamente enamorado de ella. Esto confunde a Analena, quien
ve en él la imagen de Ignacio y le corresponde.
Mariángel
y Juramento hacen el amor y son casi descubiertos por la Güila,
quien asegura al muchacho que se meterá en graves problemas si no se
aleja de la hija del patrón. Él dice estar enamorado mas Tentación
le revela saber eprfectamente que solo desea llevar a cabo una
venganza planeada por su madre, la cual es una ramera despechada que
seguramente le ha dicho mentiras sobre su verdadera paternidad para
obligarlo a interceder por ella. Esto hace que Juramento cuestione a
su madre, quien lo abofetea y luego busca a la bruja para
enfrentarla. Tentación le revela estar segura de que el padre de
Juramento no es Aquiles, sino otro hombre al que las dos conocen muy
bien. Fuensanta jura que el padre de su hijo es Aquiles y que se
vengará de él.
Demetrio
discute con Analena pues la acusa de serle infiel a Aquiles. Matilde
intercede y solo es insultada por su hijo, al que Analena abofetea
para luego hacerle saber que si por su alcoholismo la mete en
problemas entonces lo dejará a su suerte. Demetrio jura que eso no
sucederá y decide tomar ventaja relacionándose con Edén para así
enterarse de todo lo que tiene que ver con la familia Diazerrano.
Luego busca a Ignacio, al que revela saber que él es el hombre que
enamoró a su hermana hace años y estar seguro de que es el amante
de esta por lo que intenta extorsionarlo. Ignacio no tiene más
remedio que darle dinero para que calle y luego se encuentra con
Analena para decirle lo que está sucediendo. La mujer sufre pues se
encuentra en una gran encrucijada. Pide consejo a Matilde, quien
considera que su hijo es perverso y teme a que por su alcoholismo y
resentimiento desate una desgracia.
Carlos
Raúl recibe la noticia de que su única parienta, la abuela Gaetana,
se encuentra muy enferma y él debe decidir entre ella y su trabajo.
Baco le aconseja que lleve a la mujer a vivir con ellos y el
Ingeniero lo hace. Pronto la presenta con Analena, a quien la anciana
ofrece su amistad pues ambas simpatizan. Gaetana pronto descubre que
su nieto está enamorada de la mujer y le aconseja que luche por ella
pues es más que obvio que ella no es feliz. El apuesto ingeniero
sigue teniendo encuentros con la mujer y un día la invita a dar un
paseo por las tierras de alrededor. Son vistos por Edén, quien le
asegura a Aquiles que el ingeniero quiere robarle a su mujer. El
hombre reclama a Analena y se atreve a abofetearla y hacerla suya por
la fuerza. Analena se desahoga con Matilde y Crisálida, a las que
asegura que lo ha soportado todo por su hija pero en cuanto esta haga
su vida ella se irá lejos de Aquiles.
Perpetua
visita la iglesia y pide a Ignacio que regrese a casa mas este no
desea ser presa de los insultos de su padre. Tras rezar un rato la
mujer se lleva una terrible sorpresa al ver frente a ella a Imperio
Vergara, quien se alegra de verla y le pregunta por el hijo que
tuvieron hace muchos años. La mujer intenta huir pero él la
persigue y le recuerda que en el pasado fueron amantes y ella se casó
esperando un hijo de él, y todo por ser una mujer de buena posición
social. Le asegura que él ahora tiene mucho dinero y está dispuesto
a compartirlo con su único hijo: Ovidio. Llena de furia, Perpetua le
prohíbe que se acerque al muchacho pero él no le hace caso y pronto
busca al administrador, al que le propone hacer negocios con la ayuda
de Carlos Raúl y Bosco. Ovidio decide consultarlo con Aquiles, el
cual habla con Imperio y decide tenderle una trampa para sacar
provecho, aceptando su acercamiento a pesar de las súplicas de
Perpetua, a la que Tentación descubre nerviosa por lo que le
pregunta porqué ese hombre la pone tan mal. La viuda le exige que no
se meta en lo que no le importa pero la bruja decide investigar y
pronto los escucha hablando, enterándose así de la verdad.
Latoña
sufre por el estado de Berto y se aprovecha de ello para visitar a
Analena y Perpetua, a las que asegura estar muy interesada en que sus
hijos se casen. Perpetua no deja de despotricar contra Mariángel y
asegura que a esta le interesan los criados como Juramento. Llega al
límite y Analena la pone en su lugar, recordándole que no es más
que una arrimada. Latoña se asombra al corroborar que en efecto las
mujeres se detestan y escucha el llanto de Perpetua, quien le asegura
estar desesperada y urgida por que sus hijos se casen por lo que
ambas madres ponen fecha a la boda. Latoña sin embargo está más
interesada en el matrimonio entre Berto y Mariángel por lo que
intenta presionar a Analena y Aquiles, el cual le deja claro a la
insistente mujer que su hija vale demasiado como para casarse con un
muerto de hambre como Berto, quien encima es un vegetal. Insulttada,
Latoña se marcha de La Emboscada y se desahoga con Nemesio, el cual
le hace ver que Aquiles tiene razón y que ella debe desistir de
tratar de pertenecer a una familia que siempre los ha visto por
debajo de ellos.
Crisálida
ha reconocido a Imperio y le pide que le diga qué es lo que hace en
Yaguanipa. Él le asegura haber luchado para ser un hombre poderoso y
poder reclamar la paternidad del hijo que le fue negado hace muchos
años, sorprendiéndola al revelarle que ese hijo es Ovidio y que
desea reconocerlo y heredarlo pues él se encuentra gravemente
enfermo. La sirvienta no puede creer que la religiosa y conservadora
Perpetua haya escondido tan bien su secreto durante tantos años.
Promete ayudar a Imperio y por ello arma encuentros entre él y
Ovidio, descuriendo esto la Güila, quien se lo hace saber a Perpetua
la cual decide echar a Crisálida de la hacienda sin que nadie se
entere. Tentación se burla de la sirvienta, quien le asegura que un
día le llegará la hora. Más tarde la familia pregunta por ella.
Perpetua miente y dice que la vieja criada enfermó y decidió
regresar con su familia. Matilde, quien presenció a escondidas lo
que en verdad sucedió, revela delante de todos la verdad por lo que
Aquiles enfurece y exige a Tentación que vaya en busca de su vieja
nana y la regrese, mientras que en privado asegura a Perpetua estar
harta de ella y le pide que se marche de la hacienda. La mujer de
rodillas le suplica que no lo haga pero el hombre está más que
decidido por lo que ella no tiene más remedio que hacer sus maletas.
Sin embargo Analena y Ovidio interceden por ella por lo que se decide
que podrá quedarse pero solo como una arrimada y sin derecho a tomar
decisiones. Esto hace que Perpetua sienta todavía más odio hacia la
mujer de su cuñado, lo mismo que Luisaida, la cual tiene un
altercado con Mariángel, a la que descubre con Juramento, por lo que
para hacerla sufrir se lo cuenta a Aquiles, el cual azota nuevamente
al muchacho y lo echa de su hacienda para entonces reprender a su
hija encerrpandola bajo llave en su habitación. Por ello Ovidio
reprende a su hermana, a la que asegura haberse cegado por las
calumnias de su madre. Luisaida revela a su hermano odiar a Mariángel
mucho más de lo que odia a Analena y desearle lo peor. Ante lo que
sucede, Analena pide ayuda a Ignacio, quien de inmediato enfrenta a
su padre, el cual le ordena que se marche del pueblo pues no desea
ser la burla de todos mas el sacerdote se niega y está a punto de
confesarle a su padre el seguir amando a Analena pero la repentina
presencia de Imperio lo impide. Ante la confusión de su futuro
socio, Aquiles accede a que se haga la voluntad del sacerdote, a
quien Analena y Mariángel suplican que se quede a vivir en la
hacienda pues su presencia las ayudaría mucho. Él se niega y habla
en privado con Analena, a la que se atreve a besar jurando seguir
amándola. Ella lo rechaza y le suplica que no cometan una locura
pues si Aquiles los descubre los matará. Sin embargo ese gran amor
hace que Ignacio regrese a vivir a la hacienda, misma en la que
Analena evita permanecer para evitar encuentros con él, visitando a
Doña Gaetana, la cual se hace su amiga y la aconseja para enfrentar
a su temible marido, a la par que la sufrida esposa comienza una
relación extra marital con el ingeniero Carlos Raúl, misma que
descubre Ovidio cuando el ingeniero manda una nota a la mujer. El
muchahco la destruye y pide a Edén que comience a seguir a su tía a
todos lados, descubriendo el capataz que la mujer engaña a su
marido. Se lo hace saber al muchacho, quien le prohíbe que diga una
sola palabra pero Edén desea sacar provecho de la situación pues
sabe que esa información vale demasiado.
En
secreto de confesión, Perpetua revela a Ignacio estar preocupada por
su prestigio y el de la familia Diazerrano pues Imperio es el
verdadero padre de Ovidio y desea decirle la verdad al muchacho.
Suplica al sacerdote que la ayude y este acude a Imperio para pedirle
que evite un gran sufrimiento a su sobrino. Imperio entonces le
cuenta al presbítero la verdad sobre su paternidad y como Perpetua
lo despreció para casarse con un Diazerrano por ambición.
Yacaranday
revela a Edén haberse enterado de que Juramento es hijo bastardo de
Aquiles. El capataz se siente dichozo pues tiene demasiada
información para hacerse de una fortuna por lo que promete a su
mujer que pronto ya no tendrán que trabajar. Esto se lo hace saber a
Fuensanta, quien pelea con la muchacha y decide echarla de su burdel.
Yacaranday pide ayuda a Juramento y son escuchados por Tentación,
quien al escuchar que para obtener dinero la muchacha piensa
extorsionar a Aquiles, decide citarla en un río cercano a la
hacienda, donde impide que cometa sus propósitos, ahogándola.
Alguien
intenta asesinar a Imperio pero Carlos Raúl lo impide. Le pregunta
al hombre quién podría querer hacerle daño e Imperio asegura saber
quién lo atacó y no tener miedo. Busca a Ovidio y comienza a
hacerle preguntas e insinuaciones hasta estar a punto de confesarle
que es su padre pero Perpetua lo impide y luego exige al hombre que
le diga con quién ha hablado pues ahora la están chantajeando.
Imperio revela que solo ha hablado con Ignacio, al que la mujer busca
para abofetearlo y culparlo de chantajearla para defender a la mujer
de su padre con la que seguro también tiene relaciones. Ignacio se
sorprende cuando Perpetua le dice que Analena tiene amoríos con el
ingeniero Méndez.
Gaetana
pide a Carlos Raúl que tenga cuidado y no vaya lejos con Analena mas
el hombre ya está perdidamente enamorado. Cual es su sorpresa cuando
Bosco aparece ante él para darle una inesperada noticia: Roxana
Araujo, su ex prometida, se encuentra en Yaguanipa. Todos palidecen
cuando la mujer se presenta ante el hombre asegurando que lo ha
seguido porque no puede dejar de amarlo. El hombre le exige que se
marche pero ella está dispuesta a recuperarlo. Esto pone al
ingeniero en una encrucijada pues sabe que la presencia de la
muchacha afectará su relación con Analena.
OCTUBRE
2015. Alguien comienza
a mandar anónimos a Aquiles, quien pide a Edén que vigile a su
mujer por lo que este descubre a Analena discutiendo con Ignacio, el
cual la besa para luego afirmar que Mariángel es su hija por lo que
el capataz habla con la mujer y el sacerdote, a quienes pide dinero a
cambio de guardarles el secreto. Ignacio no tiene más opción que
arreglarse con el hombre, al que da dinero suficiente para que calle
y luego intenta hacer lo mismo con Aquiles, a quien revela saber que
Juramento es su bastardo y que él siempre le ha sido fiel por lo que
merece una recompensa. Aquiles lo manda al carajo y le asegura que si
intenta chantajearlo lo matará sin piedad alguna.
Ovidio
espía a Analena y es visto por Tentación, quien le revela saber que
él ama a la mujer y lo alienta para que la enamore y se la lleve
lejos, proponiéndole ayuda. Ovidio sabe que la Güila es mala y se
lo dice, rechazándo toda ayuda. Ella lo amenaza con decirle a su tío
que espía a su mujer desde hace tiempo. Ovidio reacciona con
violencia y le jura a la bruja que si dice una sola palabra la
matará. La Güila le pregunta si la matará así como mató a su
padre siendo apenas un niño. Entonces Ovidio recuerda el accidente
automovilístico en el que su padre perdió la vida y que él provocó
por un berrinche. Se atormenta y habla de esto con Ignacio, quien lo
absuelve de todo pecado y le asegura que él no tuvo la culpa de
nada.
Demetrio
y Roxana se conocen y él la seduce para luego llevársela a la cama.
Se sorprende al saber que la mujer es la “prometida” de Carlos
Raúl. Con esta noticia Demetrio rompe el corazón de Analena cuando
en la hacienda comunica a todos que ha conocido a la mujer. Sin
embargo esta noticia sienta bien a Aquiles, quien asegura a Edén
haber encontrado un motivo para deshacerse del ingeniero.
Imperio
se sabe acechado por lo que entrega a Carlos Raúl documentos que
deberá dar a Ovidio en caso de que a él le suceda algo. Después se
encierra en su hotel, desde donde llama a su hijo, al que cita para
revelarle la verdad de una vez por todas, pero antes de que Ovidio
llegue al lugar alguien aparece en la habitación del hombre y le
dispara a sangre fría para luego huír. Este asesinato sorprende al
pueblo de Agua Santa por lo que al lugar llega el detective Valerio
Trujano, quien está seguro de que también la muerte de Yacaranday
fue un vil asesinato que no deberá quedar impune.
Ignacio
exige a Carlos Raúl que se aleje de Analena. Ambos hombres terminan
enfrentándose y la mujer los sorprende. Acude a la iglesia con
Ignacio, quien la besa por la fuerza e intenta obligarla a que sea su
amante con tal de no decirle a Aquiles sus secretos. La mujer se
asombra ante la maldad del sacerdote y lo alienta a que hable con la
verdad, segura de que él será el que resulte muerto cuando su
propio padre lo fulmine al enterarse de que es el verdadero padre de
Mariángel.
Juramento
decide llevar a cabo la venganza contra Aquiles por lo que rechaza a
Mariángel cuando esta le revela estar esperando un hijo suyo. Llena
de dolor, la muchacha revela a Crisálida lo que ocurre. La sirvienta
se alarma y sufre a sabiendas de que ese niño no debe nacer y acude
a Ignacio, al que se lo revela así como le confiesa que Juramento es
hijo de Aquiles y por lo tal es su hermano.
Edén
asegura a Ovidio que ha descubierto que Analena tiene amoríos con
Carlos Raúl y que los tuvo con el padre Ignacio por lo que lleno de
rabia el muchacho asegura que si su tia es la mujer de todos también
será la de él y comienza a tratarla como mujer, despertando
sospechas en ella. Pronto Analena descubre las intenciones de su
sobrino y le aclara que ella es su tía y le prohíbe que la trate
como lo hace. Edén le revela saber sus secretos y la besa,
intentando hacerla suya por la fuerza. Son escuchados por Ignacio,
quien evita una desgracia y en la que el muchacho asegura saber que
ellos dos han sido amantes. Analena lo niega mas el muchacho amenaza
con decirle todo a Aquiles, al que busca y descubre en la cama con
Maleny, decepcionándose y enfrentándolos, despreciando así a su
tío, al que jura desenmascarar delante de todos. Decide
emborracharse en la cantina de Fuensanta, donde revela a ésta lo que
ha descubierto entre su novia y su tío. Allí por medio de la mujer
se entera de todo lo que carga Aquiles en su consciencia. Sale
borracho del lugar y sufre un accidente en el que pierde la vida pues
alguien ha cortado los frenos de su auto. Esto llena de pena a la
familia Diazerrano, prncipalmente a Perpetua, quien no encuentra
consuelo en nadie más que en Ignacio, quien la acompaña a rezar por
el alma de su hijo.
Analena
sufre por tantas muertes recientes y aún más cuando Matilde le dice
que Mariángel está embarazada de Juramento y que ha descubierto que
este es hijo de Aquiles. La angustiada madre acude a Fuensanta, quien
le revela que es verdad y que es por medio de su hija que Aquiles
pagará por el daño que les ha hecho a ella y su hijo. Analena con
llanto le revela que se ha equivocado pues Mariángel no es hija del
hombre, si no del padre Ignacio. Fuensanta se asombra y lamenta haber
errado y pide perdón a la mujer, quien asegura que su hija está
perdidamente enamorada de Juramento, mismo con el que Fuensanta habla
para que repare el daño que ha cometido revelándole que la chica no
es su hermana. Cuando Aquiles se entera de lo que sucede trata
brutalmente a su hija, a la que azota hasta que Analena intercede y
lo enfrenta. La situación se complica tanto que la mujer le revela
que la muchacha no es su hija, pues cuando se casó con él ya estaba
embarazada del hombre al que en realidad amaba. Como lo dice delante
de toda la familia, Perpetua exige a Aquiles que eche a la calle
tanto a la mujer como a su hija bastarda y toda su familia, pues solo
se han aprovechado de él.
Aquiles abofetea a su mujer y le revela saber que tiene un amante y con lo que le ha onfesado ha comprobado que es una golfa, por lo que ahora la tendrá vigilada y a su hija la mandará muy lejos pues no dejará que lo llenen de vergüenza. A ambas las encierra y pone bajo el cuidado de Tentación, quien se aprovecha para abusar de poder y maltratarlas mientras que el dueño y señor de la hacienda echa a la calle a Matilde y Demetrio, quien para salvarse le propone decirle quien es el padre de Mariángel a cambio de que lo deje quedarse. Aquiles lo amenaza de muerte con un arma y lo obliga a decirle quien es el padre de la muchacha. Demetrio le miente y le da un nombre falso: Asdrúbal Torres Quintero, un viejo pretendiente de su hermana, mismo al que Aquiles acude a buscar en compañía de Edén y al que torturan para que el capataz despues lo asesine, asfixiándolo.
Aquiles abofetea a su mujer y le revela saber que tiene un amante y con lo que le ha onfesado ha comprobado que es una golfa, por lo que ahora la tendrá vigilada y a su hija la mandará muy lejos pues no dejará que lo llenen de vergüenza. A ambas las encierra y pone bajo el cuidado de Tentación, quien se aprovecha para abusar de poder y maltratarlas mientras que el dueño y señor de la hacienda echa a la calle a Matilde y Demetrio, quien para salvarse le propone decirle quien es el padre de Mariángel a cambio de que lo deje quedarse. Aquiles lo amenaza de muerte con un arma y lo obliga a decirle quien es el padre de la muchacha. Demetrio le miente y le da un nombre falso: Asdrúbal Torres Quintero, un viejo pretendiente de su hermana, mismo al que Aquiles acude a buscar en compañía de Edén y al que torturan para que el capataz despues lo asesine, asfixiándolo.
Carlos
Raúl se entera por Matilde de lo que ha sucedido en la hacienda. El
hombre intenta ir a buscar a su amada pero Gaetana y Bosco se lo
impiden. Entonces decide dar un paseo y ve entrar a Demetrio a la
posada en que Rosana se hospeda. Decide indagar y los ve teniendo
relaciones. Toca a la puerta haciendose pasar por alguien del
servicio, sorprendiéndolos y dejando claro que no quiere tener nada
que ver con la mujer, quien alega que Demetrio se aprovechó de ella.
El ingeniero le pide que no le explica y siga su vida pues él no
encontraba motivos para romper su compromiso con ella por lo que más
que dañarlo le ha hecho un favor. Rosana llora y culpa a Damián por
lo sucedido. El alcoholico se defiende y la hace suya por la fuerza.
Perpetua
no deja de intigar contra Analena y cansado de la situación Aquiles
le pide que deje de meterse en lo que no le importa y le entrega las
llaves de una casa que tiene a las afueras de Yaguanipa. Le exige que
se marche a ese lugar con su hija y deje de intentr usurpar en la
hacienda un lugar que no le corresponde pues ella nunca fue ni será
la señora del lugar. Perpetua le suplica que no la eche pero el
hombre está decidido y ordena a Crisálida y Tentación que las
ayuden a empacar. Después de ver a las mujeres partir, él visita a
Fuentanta e intenta golpearla pero ella se defiende. Ambos hablan del
pasado y él le asegura saber lo que ella y su bastardo intentaron
hacerle aunque todo les haya salido mal. La mujer se burla de él
diciendo que ha sido al hombre a quien, por su cobardía e impunidad,
las cosas se le han salido de control y ahora por ello ha comenzado a
pagar. Aquiles se marcha. Mientras que Fuensanta festeja que por fin
el hombre que tanto odia haya empezado a pagar es sorprendida por
alguien a quien ella reconoce. Misma persona que le apunta y dispara
y casi es descubierta por Juramento, quien le persigue hasta perderle
para luego regresar al lado de su madre, quien moribunda le suplica
que perdone a su padre pues ya ha pagado por lo que les hizo y
corresponda a Mariángel, quien en verdad lo ama. Pronto aparece
Valerio, a quien Fuensanta está por revelarle quién le disparó
pero la mujer muere antes de revelarlo. Valerio ata cabos y descubre
que todas las muertes en Yaguanipa tienen como clave a una sola
persona: Aquiles Diazerrano, pues ha hablado con casi todas las
personas en el pueblo y se ha enterado de cosas sobre el hombre que
los demás callan. Acude a entrevistarse con él pero Aquiles se
niega a recibirlo. y se emborracha. Llora pues en verdad ama a
Analena. Crisálida le suplica que actúe correctamente si en verdad
ama a su esposa. Que la deje libre para que sea feliz con el hombre
al que en verdad ama. Sorprendido, Aquiles exige a la nana que le
diga quien es ese hombre. Asombrada por su indiscreción, ella dice
haberse equivocado pero sabe que es demasiado tarde. Aquiles busca a
Analena. La sacude y le exige que le diga quién es su amante para
matarlo en ese momento. Tentación, orgullosa, aparece y asegura
saber quién es el amante de la mujer. Crisálida le suplica que no
lo diga pero la mujer está dispuesta a hablar. Justo cuando revelará
el nombre, aparece Ignacio y asegura ser él el amante de Analena.
Revela ser también él el verdadero padre de Mariángel. Aquiles se
estremece al escuchar la verdad del amor entre su hijo y Analena y
maldice al difunto Hermenegildo por haberlo engañado. Analena
asegura que nadie lo engañó pues la noche en que ella le diría a
su padre que estaba enamorada y había aceptado ser la esposa de
Ignacio, él ya había hecho tratos con Aquiles, el cual lo acorraló
para apoderarse de ella a como diera lugar. El hombre asegura haber
hecho un trato con el padre de la mujer, quien nunca pagó lo que
habían acordado. Aparece Matilde, quien le dice que Hermenegildo
siempre mandó a depositar el dinero para comprar la libertad de su
hija pero Demetrio, encargado de hacer los depósitos, se quedó el
dinero para malgastarlo, entregando a su padre falsas fichas del
banco. Pide perdón a Analena por no haber hablado mas solo quiso
proteger a Demetrio, su hijo. Tras escuchar todo, Aquiles se encierra
en su despacho a terminar de beber. Alguien entra y pone una pistola
en su escritorio. Aquiles le dice que quizás sí, esa sea la mejor
solución a todos sus tormentos. Al quedar solo toma la pistola con
un pañuelo y la guarda.
Analena e Ignacio discuten pues él insiste en que pueden ser felices todavía. Ella le recuerda estar enamorada de otro hombre con el que desea ser feliz en cuanto se separe de Aquiles. Ambos acuden a Mariángel para decirle la verdad y la descubren con Tentación, quien se les ha adelantado. Analena abofetea a la sirvienta y la echa de la hacienda pero la bruja sabe que la mujer ahora no tiene poder alguno y se niega a irse. Entonces es Ignacio quien la corre y a solas le revela saber quién es ella en realidad y hberla visto de adolescente dándole brevajes a su madre, mismos que tarde o temprano la mataron. Aquiles los escucha y tras ello acude al cuarto de la mujer, donde le aguarda, desnudo. Allí le hace el amor y le jura que si un día llega a enterarse de que ella lo ha traicionado, no la perdonará. Ella le reprocha que vaya a perdonar a Analena. Él le deja claro que a pesar de todo Analena ha demostrado ser una señora y ella sin embargo jamás dejará de ser una vulgar criada que no vale más que para que los hombres se desfoguen. Tentación sufre en soledad mientras que Aquiles acude a Analena, quien Junto con Ignacio cuentan a Mariángel como fue que las cosas sucedieron. Aquiles interviene y pide perdón a la muchacha, a la que asegura que obligará a Juramento para que le corresponda y le hace ver que a pesar de todo llevan la misma sangre y aunque ella sea en realidad su nieta él siempre verá en ella a una hija. Decide levantar el castigo y habla en privado con Ignacio, al que le dice que aunque haya aceptado la verdad no está dispuesto a perder a su mujer por lo que le pide que se marche de la casa. El sacerdote regresa a su cuarto en la iglesia, donde medita y habla con Carlos Raúl, quien le pregunta qué es lo que ha sucedido. El sacerdote le cuenta la verdad mas miente al decirle que él dejará la vida religiosa pues Analena ha aceptado formar con él y Mariángel la familia que siempre desearon formar. Es por ello que el ingeniero acude a la hacienda pero Edén le impide el paso y ambos pelean a golpes. Aparece Crisálida, quien asegura al ingeniero que Analena lo pasa muy mal y es mejor que se aleje de ella para evitarle problemas.
Demetrio
descubre que su hermana y Carlos Raúl tienen amoríos. La felicita y
le aconseja que se marche lejos con él, donde la obsesión de
Aquiles no la alcance. Ambos se abrazan y ella asegura tener mucho
miedo a que el hombre les haga daño a ella y su hija.
Luisaida
cuenta a Maleny y Latoña que Aquiles las ha echado a ella y su madre
y ahora viven en una vieja casona a la que las mujeres acuden para
apoyar a Perpetua, la cual despotrica en contra de Analena,
haciendola parecer una malvada. Pronto la chismosa Latoña esparce
por todo el pueblo que Analena y el padre Ignacio son amantes. Cuando
esto llega a oidos de Carlos Raúl, éste busca a su amada, a
escondidas, y ella le suplica que no se vean pues sus vidas corren
peligro. Son casi descubiertos por Mariángel pero el ingeniero se
marcha. Cansada de callar, mentir y sentirse presa, Analena evela a
su hija no amar a Ignacio y tampoco a Aquiles, si no a alguien más.
Alguien que le ha regresado las ganas de vivir y luchar. Mariángel
alienta a su madre para que sea feliz y le pide que le diga quién es
el hombre al que ama pero la repentina presencia de Demetrio lo
impide. El hombre es abofeteado por su hermana, a la que pide perdón
por lo que hizo. Analena le asegura haberse sacrificado y hecho por
el demasiado por lo que desde ese momento le y retira su ayuda y le
pide que en verdad abandone la hacienda pues no desea volver a verlo.
Crisálida
aconseja a Matilde para que suplique clemencia a Aquiles y Analena
pero la mujer se siente demasiado avergonzada y cree que es tiempo de
que Demetrio afronte el resultado de su inmadurez y ella intente
ganárselo como hijo. Escuchan bullicio por lo que nerviosas acuden
al lugar de donde proviene la discusión: El despacho de Aquiles, a
quien Demetrio enfrenta y responsabiliza de la infelicidad de su
familia. Aquiles le recuerda al hombre cómo fue por él que su padre
lo perdió todo y después pidió un prestamo bancario que por él no
pudo pagar por lo que acudió a Aquiles, quien saldó esa deuda y dio
un tiempo límite para que le pagaran y que por él, no se pagaron.
Le hace ver que ha sido por él por quien su padre murió y su
hermana ha vivido infeliz toda su vida, siempre sacrificándose
creyendo que es por los suyos pero en realidad solo ha sido una
víctima de la holganazería e irresponsabilidad de su propio
hermano. Demetrio apunta a Aquiles con un arma de fuego y cuando está
por disparar Matilde intercede y es ella quien recibe el impacto.
Demetrio reacciona, estremecido al igual que Crisálida y Aquiles.
Pronto llega Analena, quien llora al ver lo que su hermano ha hecho.
Matilde pide perdón a la mujer y a su hijo, quien con llanto le
suplica que no se muera y lo perdone. Ella concede su perdón y muere
en sus brazos.
Carlos
Raúl revela a Valerio todos los impedimentos de Aquiles para que él
siga con la obra que está realizando pues el hombre se ha
posesionado ilegalmente de muchas hectáreas en Yaguanipa. Pronto se
enteran de que una mujer a muerto en La Emboscada y ambos acuden a
pesar de que Bosco trata de impedir a su amigo que acudan. Llegan y
Demetrio pide un momento para vestirse adecuadamente y marcharse con
Valerio a declarar su culpabilidad por la muerte de Matilde mientras
que el ingeniero habla en privado con Analena, quien se encuentra muy
afectada. Son descubiertos por Edén, el cual jura que si no le dan
una fuerte suma de dinero, él le dirá a su patrón quien es el
verdadero amante de su mujer. Carlos Raúl lo reta a que lo haga.
Escuchan un disparo. Analena se estremece al descubrir que Demetrio
se ha suicidado.
Latoña
está segura de que algo acontece en La Emboscada y desea averiguar a
pesar que Nemesio se lo impide. La mujer está decidida a salir de
casa pero el repentino alivio de Berto lo impiden. La mujer, feliz,
lo abraza y le asegura que ahora más que nunca debe casarse con
Mariángel Diazerrano. Al escuchar esto, Maleny asegura que esa
familia está maldita.
Aquiles
lee todos los anónimos que le enviaron y asegura a Tentación que
todo era una mentira. Ella asegura que si el río suena, agua lleva y
que seguramente Analena no solo tiene relaciones con Ignacio, sino
con alguien más. Se marcha y entra Edén, el cual asegura a Aquiles
que la celosa Tentación fue quien envió los anónimos. Aquiles
encarga a Edén que se deshaga de la bruja y luego al salir a
cabalgar se topa con Juramento, quien lo acusa de la muerte de su
madre. Aquiles se sorprende al escuchar que Fuensanta fue asesinada y
tras decir al muchacho que da su consentimiento para que él y
Mariángel sean felices, acude a su despacho y toma el arma que le
fue entregada. Luego busca a Edén, al que culpa de haber matado a la
mujer. Edén asegura que él no fue pero el hombre no le cree y ante
la repentina aparición de Valentín, está dispuesto a acusar al
capataz, el cual le recuerda cuantas veces asesinó por ordenes
suyas. Aquiles entonces entrega al policía la pistola, asegurando
que la encontró en su despacho y estar seguro de que quisieron
tenderle una trampa. El arma es la misma con la que mataron a
Fuensanta. Valerio descubre que las huellas digitales no coinciden
con las de Aquiles.
Rosana
pide a Bosco y Gaetana que la ayuden a recuperar el amor de Carlos
Raúl, quien la rechaza y no desea que ella se acerque a él. Nadie
puede hacer nada por la muchacha, quien es juzgada por Gaetana por
haber engañado a su nieto. Entonce ella intenta seducir a Bosco pero
él la rechaza y busca a Maleny, con quien ha entablado una amistad.
Luisana
asiste a Berto, al que revela que Mariángel está embarazada de un
peón. Este busca a su amada, la cual le pide perdón por no poderle
corresponder. Es por ello que Berto decide olvidar a la muchacha al
lado de Luisana, de quien se hace novio.
Tentación
enfurece cuando Edén le revela que le han ordenado matarla. La mujer
busca a Perpetua, quien le aconseja que sea ella la que mate a
Aquiles para así acabar con años de abusos. Perpetua cree que solo
así puede ser ella la dueña y señora de La Emboscada mas la Güila
le dice que Juramento es hijo de Aquiles y que, a demás, Ignacio es
el primogénito y poseerá todo en cuanto deje los habitos. Le cuenta
sobre la verdadera paternidad de Mariángel por lo que Perpetua
maldice a Analena, misma que habla con Gaetana sobre el gran amor que
siente por Carlos Raúl. La abuela defiende a su nieto y le pide a la
mujer que se aleje de él, pues todos los hombres cercanos a ella han
muerto de manera trágica. Por ello Analena acude a Carlos Raúl y le
jura que no descansará hasta saberlo libre.
NOVIEMBRE
2015. La Güila
reclama a Aquiles el quererla matar y lo acusa de haber causado la
muerte de su propio sobrino, Ovidio. El hombre lo niega y ella
asegura haber visto a Edén cortando los frenos del auto del
muchacho. Enfurecido, Aquiles reclama a su capataz, quien lo niega
todo y lo convence de que Tentación los quiere poner en contra.
Aquiles corre a la bruja de su hacienda y la acusa de mandarle
anónimos. Ella niega haberlos mandado y le asegura que Edén
terminará traicionándolo tarde o temprano. Aquiles entonces se
siente confundido y revela a Crisálida no saber en quien confiar. La
mujer le asegura que aún es tiempo de redimirse y dejar ir a Analena
para que sea feliz pero él se niega pues la ama de verdad. La nana
le asegura que ni Tentación ni Edén son buenos y ambos lo
traicionarán.
Aquiles lamenta no tener a nadie y Crisálida le recuerda que tiene un hijo, al que busca en la iglesia y lo encuentra ensangrentado en el altar. De inmediato llama a Nemesio y lo lleva a la clínica, donde lo ponen a salvo. Ignacio asegura que fue atacado por Carlos Raúl, quien es detenido por Valerio y puesto en los separos. Por ello Bosco acude a Analena y le pide que ayude al ingeniero pues él es inocente de lo que lo acusan. Analena habla con Valerio y le hace saber que Aquiles es capaz de todo con tal de librarse de sus culpas, sorprendiéndose cuando el policía le dice que el que denunció fue Ignacio. Entonces Analena acude al sacerdote y con llanto le pide que deje de mentir pues Carlos Raúl no pudo haberlo dañado ya que se encontraba con ella. Ignacio, lleno de ira, amenaza a la mujer con hacerle pagar por todos sus desprecios. Ella entonces se arma de valor y asegura a Aquiles que si él no hace algo ella revelará todo lo que sabe de él y su propia infidelidad para destruir el respetable apellido de su familia. El hombre decide hablar con su hijo, al que asegura saber que el ingeniero es inocente. Ignacio le dice que ese ingeniero es el amante de su mujer. Aquiles enfurece y busca a Analena, a la que encuentra rezando en la iglesia. La abofetea cuando ella acepta que sí, que Carlos Raúl es su amante y que lo ama con todo su corazón. Él asegura que hundirá en la cárcel al ingeniero y ella lo amenaza con revelar todas sus fechorías pues aunque pareciera una mujer invisible para todos, siempre estuvo al tanto de las conversaciones que él tuvo con Ovidio, Edén y Tentación, siendo estos dos últimos sus cómplices, por lo que lo alienta a que intente hacer daño a otros para que ella lo hunda. Aquiles intenta asfixiarla pero es visto por Juramento, quien lo enfrenta a golpes. El chico lo vuelve a acusar de la muerte de su madre. Aquiles dice ser inocente y aparece Valerio, quien afirma que el hombre dice la verdad pues ha descubierto quien es el asesino de Fuensanta: Nada más y nada menos que el padre Ignacio. Todos se sorpenden ante la buena nueva y entonces Aquiles descubre que le han tendido una trampa. Busca a Edén y lo golpea pues fue este quien le llevó el revolver. El capataz confiesa que Ignacio le entregó el arma para inculpar a su padre pues fue él mismo quien le pidio que se la entregara. Aquiles está por matar al capataz pero Crisálida le pide que no lo haga pues Edén es su hijo. Hijo que tuvo con una criada hace muchos años. Ambos hombres se sorprenden y escuchan a la criada, la cual recibió a la criatura recién nacida y la mantuvo en la hacienda como un criado para que Aquiles no se deshiciera de él. Edén sufre pues teniendo derecho a tanto no ha hecho más que recinir trato de criado. Se desahoga con Tentación, quien se atreve a besarlo y le asegura que si Aquiles e Ignacio mueren él será el nuevo amo. Son escuchados por Analena, la cual se asombra cuando él revela haber atacado a a Ignacio. La mujer de inmediato acude a Valerio, quien detiene al capataz, quien asegura ser inocente.
Aquiles lamenta no tener a nadie y Crisálida le recuerda que tiene un hijo, al que busca en la iglesia y lo encuentra ensangrentado en el altar. De inmediato llama a Nemesio y lo lleva a la clínica, donde lo ponen a salvo. Ignacio asegura que fue atacado por Carlos Raúl, quien es detenido por Valerio y puesto en los separos. Por ello Bosco acude a Analena y le pide que ayude al ingeniero pues él es inocente de lo que lo acusan. Analena habla con Valerio y le hace saber que Aquiles es capaz de todo con tal de librarse de sus culpas, sorprendiéndose cuando el policía le dice que el que denunció fue Ignacio. Entonces Analena acude al sacerdote y con llanto le pide que deje de mentir pues Carlos Raúl no pudo haberlo dañado ya que se encontraba con ella. Ignacio, lleno de ira, amenaza a la mujer con hacerle pagar por todos sus desprecios. Ella entonces se arma de valor y asegura a Aquiles que si él no hace algo ella revelará todo lo que sabe de él y su propia infidelidad para destruir el respetable apellido de su familia. El hombre decide hablar con su hijo, al que asegura saber que el ingeniero es inocente. Ignacio le dice que ese ingeniero es el amante de su mujer. Aquiles enfurece y busca a Analena, a la que encuentra rezando en la iglesia. La abofetea cuando ella acepta que sí, que Carlos Raúl es su amante y que lo ama con todo su corazón. Él asegura que hundirá en la cárcel al ingeniero y ella lo amenaza con revelar todas sus fechorías pues aunque pareciera una mujer invisible para todos, siempre estuvo al tanto de las conversaciones que él tuvo con Ovidio, Edén y Tentación, siendo estos dos últimos sus cómplices, por lo que lo alienta a que intente hacer daño a otros para que ella lo hunda. Aquiles intenta asfixiarla pero es visto por Juramento, quien lo enfrenta a golpes. El chico lo vuelve a acusar de la muerte de su madre. Aquiles dice ser inocente y aparece Valerio, quien afirma que el hombre dice la verdad pues ha descubierto quien es el asesino de Fuensanta: Nada más y nada menos que el padre Ignacio. Todos se sorpenden ante la buena nueva y entonces Aquiles descubre que le han tendido una trampa. Busca a Edén y lo golpea pues fue este quien le llevó el revolver. El capataz confiesa que Ignacio le entregó el arma para inculpar a su padre pues fue él mismo quien le pidio que se la entregara. Aquiles está por matar al capataz pero Crisálida le pide que no lo haga pues Edén es su hijo. Hijo que tuvo con una criada hace muchos años. Ambos hombres se sorprenden y escuchan a la criada, la cual recibió a la criatura recién nacida y la mantuvo en la hacienda como un criado para que Aquiles no se deshiciera de él. Edén sufre pues teniendo derecho a tanto no ha hecho más que recinir trato de criado. Se desahoga con Tentación, quien se atreve a besarlo y le asegura que si Aquiles e Ignacio mueren él será el nuevo amo. Son escuchados por Analena, la cual se asombra cuando él revela haber atacado a a Ignacio. La mujer de inmediato acude a Valerio, quien detiene al capataz, quien asegura ser inocente.
Rosana
camina por el pueblo y sorprende a Juramento bañándose en el río.
Lo espía y es descubierta por Aquiles, quien la seduce y la lleva a
su hacienda, donde terminan en la cama. Los sorprende Tentación,
quien toma a la muchacha de las greñas y la arrastra por el suelo
hasta que Aquiles deja escapar un disparo y asegura a la bruja que si
no se marcha de su hacienda la matará pues está cansado de ella.
Ella lo reta a que la mate y se termine de hundir pues Edén se
encuentra detenido pues se descubrió que fue él quien atacó a
Ignacio. Aquiles acude a la comandancia y se sorprende al saber que
Analena denunció y más aún cuando Edén revela que Ignacio lo
quiso incriminar en el asesinato de Fuensanta y en el envío de los
anónimos. De todo ello se defiende Ignacio, el cual asegura a
Valerio que Edén le entregó el arma con la que mató a la
prostituta, quien descubrió que él fue el responsable de la muerte
de Ovidio. Las huellas en el arma se deben a que el sacerdote la
ocultó hasta reaccionar y entregársela a su dueño, quien luego
quiso tender una trampa a Aquiles y se la entregó, pero este fue
astuto y no la tocó. Ambos acusados tienen un careo y Carlos Raúl
queda en libertad por lo que se reúne con Analena, a la que pide que
huyan juntos. Ella acude a recoger sus cosas a La Emboscada, donde
Mariángel impide que se vaya con su amante y la responsabiliza de
todo lo que está sucediendo. Por ello Analena no llega a su cita con
Carlos Raúl, a quien Gaetana aconseja que se olvide de la mujer.
Pero no así Bosco, quien descubre que Aquiles y Rosana son amantes y
los ha fotografiado. Carlos Raúl acude a la embscada en busca de la
mujer que ama. Allí se enfrenta a Aquiles, quien se sorprende cuando
a su mujer le son entregadas las fotos de éste y Rosana. Aquiles no
tiene más remedio que aceptar que su mujer se vaya pero esta no lo
hace pues no quiere alejarse de su hija, la cual insiste en quedarse.
Tiempo
después Edén es condenado a cadena perpetua por sus crímenes,
confesándolo todo y culpando a Aquiles de ser el autor intelectual.
Pronto escapa y busca a Juramento para aconsejarle que maten a
Ignacio y ellos compartan la fortuna Diazerrano, Juramento rechaza su
oferta y el hombre enfrenta a su hermano, al que amenaza con un arma
de fuego. No sospecha que Juramento ha llamado a la policía, la cual
llega. Edén dispara a Ignacio pero solo lo hiere de un brazo y huye.
Es perseguido por Valerio y la policía y muere en un tiroteo.
Analena
es feliz al lado de Carlos Raúl y ha conseguido ganarse la confianza
de Gaetana, quien bendice su amor. La pareja acude a la iglesia a las
platicas prematrimoniales y allí se encuentran cara a cara con
Perpetua, quien solo insulta a la mujer.
Berto
y Luisana son felices y deciden que se casarán pues Nemesio ha
decidido dar la dirección de la clínica a su hijo. Esto hace feliz
a Luisana, quien se opone a la relación entre Maleny y Berto, al que
considera un mal partido. Este habla con Nemesio, quien le da su
apoyo y le asegura que si desea casarse con su hija, tiene su permiso
y bendición. Maleny agradece a su padre el apoyarla y acepta casarse
con el ingeniero, quien celebra con una fiesta en que la muchacha y
Analena se encuentran y se tratan como viejas amigas. Aparece Latoña,
furiosa, quien luego de hablar con Nemesio asegura que no está
dispuesta a perder a una hija por lo que prefiere ganarse otro hijo.
Crisálida
sufre por tanta tragedia y aconseja a Mariángel que ahora que ella
también es madre y sabe lo que es un amor imposible haga las paces
con Analena. Juramento pide lo mismo a la muchacha, quien busca a su
mamá y le pide perdón, a pesar de la oposición de Ignacio, a quien
la muchacha revela la fecha en que Analena y Carlos Raúl se casarán.
Tentación
se encuentra sola pues nadie le da trabajo o ayuda. No tiene más
remedio que tomar el burdel que era de Fuensanta y echarlo a andar,
convirtiéndose en el vicio de los borrachos del pueblo. Jura que se
vengará de aquél que le arrancó a Aquiles de su vida. Destinándola
a la perdición.
Perpetua
recibe la visita de Crisálida, quien descubre que la mujer está
agonizando y no tiene dinero para curarse el cáncer que la aniquila.
Suplica a Ignacio que ayude a su tía pero este se niega argumentando
que es demasiado tarde para malgastar dinero pues la mujer de todas
formas morirá. Cuando empeora, Perpetua es atendida por Berto, quien
hace todo lo posible por mantenerla con vida por más tiempo pero la
mujer termina por morir, causando gran dolor a Luisana, a la que
Mariángel se acerca para ofrecerle apoyo. Luisana es aconsejada por
Berto y decide hacer las paces con su prima.
Analena
y Carlos Raúl se casan en la iglesia del pueblo. Al salir del
recinto se besan y celebran con sus invitados. Aparece Ignacio, quien
lleno de rabia jura que si la mujer nunca será para él no será
para nadie. Les apunta pero también aparece Tentación, quien se
entromente y lo acusa de ser el responsable de la muerte de Aquiles
pues ella vio cómo lo arrojó al vacío. Ignacio acepta su culpa y
haber enviado anónimos a su padre para trastornarlo por haberle
arrebatado a la mujer que ama y que será para él lo quiera o no.
Tentación le afirma que la mujer mancomunada nunca será para él y
se despide asegurando que se verán en el infierno. Le dispara en
repetidas ocasiones hasta asegurarse de que está muerto. Es detenida
y enviada a prisión, donde Crisálida la visita. Lloran juntas pues
ambs amaron a Aquiles como nadie.
Analena
y Carlos Raúl celebran su boda con los seres queridos para luego
acuidir al entierro de Ignacio. Analena decide que La Emboscada y
Yaguanipa no son sitios para ella por lo que pide a su hombre que la
lleve lejos. Se marchan a la ciudad y se despiden de Mariángel,
quien en breve es la nueva señora de la hacienda pues Juramento lo
ha heredado todo al comprobarse que él es un Diazerrano.
Analena
y Carlos Raúl se entregan su amor en una playa, sellando de esa manerasu
compromiso por siempre, liberándose ella de toda atadura, dejando
así de ser una... mujer mancomunada.
Fin
NOVELAS CIBERNÉTICAS MMXV
Los derechos de "Mujer Mancomunada" son propiedad de su autor
por lo que queda prohibido el uso de su contenido
así como su copia parcial y/o total para fines de lucro.
© Omar Tarsis Berzeg 2015
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